La Academia Sueca califica al autor francés como un escritor de la ruptura, de la aventura poética y de la sensualidad extasiada.
Foto: El País.
Estocolmo, Suecia, octubre .- El francés Jean-Marie Le Clézio (Niza, 1945) es el nuevo premio Nobel de Literatura. El autor de medio centenar de libros cargados de una gran humanidad escritos en 45 años de oficio se mostró ayer "conmovido y agradecido" por haber sido distinguido con el máximo galardón de las letras.
Su nombre no estaba en las quinielas de los favoritos. Al nuevo Nobel de Literatura el premio le sorprendió en París, en una escala entre Corea del Sur y Canadá, cansado por la diferencia horaria y fiel a su fama de viajero incansable. "Estaba leyendo cuando me lo han dicho, no me lo esperaba. Pero es una suerte, porque todo premio literario te da tiempo y supone un apoyo", declaró durante su comparecencia ante la prensa en la sede en la capital francesa de Gallimard, el editor del cosmopolita escritor nacido en Niza de madre gala y padre británico, íntimamente ligado a la isla Mauricio y que actualmente tiene fijada su residencia en Albuquerque, en Nuevo México (Estados Unidos).
Le Clézio ha merecido el Nobel de Literatura por ser el "novelista de la ruptura, de la aventura poética y de la sensualidad extasiada, investigador de una humanidad fuera y debajo de la civilización reinante", según la argumentación de la Academia Sueca.
En su consideración, el galardón es "una respuesta" y ha señalado que escribe para ser leído y ser respondido. "Un novelista -dice- no es un filósofo, no es un técnico del lenguaje hablado, es alguien que escribe antes que nada y que a través de las novelas plantea preguntas. Creo que si hay un mensaje es ése, el de plantear preguntas".
Escribir novelas es para él como meterse en una segunda piel, "porque cambias de personalidad, te conviertes en otra persona. Es delicioso cambiar de personalidad totalmente; meterse en la piel de alguien de otra época, de otro sexo e identificarse completamente con esa persona".
Al hilo de esta cuestión, en el encuentro con los medios de comunicación internacionales celebrado ayer en la capital francesa añadió que "solo escribo novelas porque no estoy en condiciones de escribir mis recuerdos.
Contemplar mi vida y considerar que puede ser de interés me da un poco de vergüenza".
Promesa de un discurso comprometido
Le Clézio ha confirmado que acudirá a la entrega del premio, dotado con 10 millones de coronas suecas (1.4 millones de dólares), que se celebra tradicionalmente el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su creador Alfred Nobel (1833-1896), en la capital de Estocolmo. En los últimos años, tres de cuatro ganadores no acudieron a la ceremonia por enfermedad. En su discurso de agradecimiento, el escritor francés tiene previsto hacer referencia a las dificultades a que se enfrentan hoy los autores jóvenes para ser publicados. "Hay que golpear puertas constantemente y uno se choca contra la pared", manifestó. Una solución, dijo, sería abolir los impuestos sobre los libros. "Los libros no deberían pagar impuestos".
El Nobel ha devuelto a Francia el premio más prestigioso de las letras universales. Con Le Clézio, son ya 14 los escritores de nacionalidad gala que han obtenido el más alto galardón literario. Aunque el chino Gao Xinglian, premiado en 2000, tiene nacionalidad francesa, no escribe en esta lengua sino mandarín, por lo que el último representante en rigor de las letras francesas premiado hasta ahora había sido Claude Simon (1985).
Viajero enamorado de la cultura mexicana
Jean-Marie Le Clézio ha visto reconocida una obra compuesta por medio centenar de títulos marcados por su gusto viajero, por su sensibilidad ecologista y por su amor por la cultura amerindia. En su literatura, preocupada por rescatar palabras olvidadas del lenguaje cotidiano para darles un nuevo influjo evocador, el autor ha dejado una obra reconocida en su país con los más importantes galardones, como el Renaudot o el Premio de la Academia Francesa.
Nacido el 13 de abril de 1940 en la ciudad mediterránea de Niza, en el sureste francés, hijo de un médico inglés y una francesa afincados en la isla Mauricio, los primeros años de la vida de Le Clézio están marcados por los viajes que hizo junto a su familia. Cuando su padre fue destinado a Nigeria durante la Segunda Guerra Mundial, escribió en el barco que le llevaba al país africano sus dos primeras obras, Un long voyage y Oradi noir. Tenía Los viajes marcaron también el resto de su vida, hasta que en 1964 descubrió México, país que le fascinó y cuya cultura le enamoró. Este sentimiento lo plasmó en libros como Las profecías de Chilam Balam, El sueño mexicano o el pensamiento interrumpido, Diego y Frida, una gran historia de amor en tiempos de la revolución y La conquista divina de Michoacán.
A principios de los años 70 decide alejarse de las grandes ciudades y pasar largas temporadas en la provincia de México y América Central y en los últimos años vive a caballo entre su Niza natal, París y Albuquerque.
Le Clézio desarrolló pronto una intensa labor académica que le llevó por las universidades de Bristol, Londres, Perpiñán, Bangkok, México, Boston, Austin y Albuquerque. Su consagración literaria le llegó con tan solo 23 años, cuando recibió el prestigioso Premio Renaudot por Le procès verbal, una obra que definía su literatura existencialista, próxima a Georges Perec y Michel Butor, admirativa de Michel Foucault y Gilles Deleuze.
En sus siguientes libros denuncia los problemas que provoca la vida en las grandes ciudades y pronto comienza a escribir obras de signo ecologista, como Terra amata (1967), Le livre des fuites (1969), Le guerre (1970) y Les géants (1973).
Su última obra es Ritournelle de la faim, publicada este mismo año. "Escribir no es solo estar sentado en tu mesa contigo mismo, es escuchar el ruido del mundo", Jean-Marie Le Clézio (escritor)Obras de Le Clézio
La fiebre Terra amata La Guerra Desierto (quizá su obra maestra) Diario de un buscador de oro Onitsha Estrella errante El pez dorado Diego y Frida Revoluciones Urania Su última obra publicada es "Ritournelle de la faim" Cuentos infantiles Lullaby, en 1980 Balaabilou, en 1985 El africano (2007) (TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL EN LETRAS LIBRES) El pez dorado (1999) La cuarentena (2008) Diego y Frida (2002) El atestado (1994) Onitsha (1992) Desierto (1991) El buscador de oro (1987) El diluvio (1972)
Fuente. El Informador.com.mx
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