Por Lilia Torrentera G.
Oaxaca, Oax.- Consorcios de España y Francia, buscarán en países de América Latina, entre ellos México, “concursar” en proyectos tendentes a privatizar los servicios de agua.
Según un artículo publicado este viernes en la revista Expansión, especializada en finanzas, las transnacionales FFC y Veolia, tiene previsto invertir en el país y Perú 4 mil millones de euros “en grandes contratos de gestión privada de agua, más conocidos como Build Operate Transfer (BOT), que están proliferando en Latinoamérica”.
El anuncio se registra en medio de las declaraciones de la Comisión Nacional del Agua, sobre la grave crisis de disposición de agua potable en el país, y que pudiera utilizarse como argumento para justificar este tipo de inversiones para la privatización de uno de los recursos que hasta ahora, después del petróleo, debería ser considerado tema de seguridad nacional.
De ahí que la Campaña Internacional “Contra la nueva invasión” en América Latina por las acciones de privatizadoras de los gobiernos hacia las empresas españolas, sea una manera de denunciar y luchar para que el agua y la energía no pasen a manos de las transnacionales (Ver noticia: Convocan a campaña vs privatización del agua y la energía/Sección Economía 20/10/2008)
Reproducimos el texto de esta información:
Publicado por Carlos Morán. Madrid. Expansión.com
Los dos empresas, viejas conocidas, pactan convertirse en socios constructores y utilizar su filial Proactiva como operador privado en Latinoamérica. El grupo español toma posiciones, además, en Oriente Medio.
FCC y Veolia han decidido aparcar sus diferencias históricas debido a su tormentosa relación accionarial, que se rompió en 2004, y sacar el máximo rendimiento al último reducto societario, localizado en Latinoamérica. Los dos líderes del sector del agua han llegado recientemente a un acuerdo para acudir juntos a los grandes contratos de gestión privada de agua, más conocidos como Build Operate Transfer (BOT), que están proliferando en Latinoamérica.
Según los términos del pacto, Veolia y Aqualia (la filial de agua de FCC dirigida por Fernando Moreno) acudirán a los grandes concursos de desalación, depuración y canalización como socios constructores y tecnológicos, mientras que Proactiva, su sociedad de medio ambiente compartida al 50%, se integrará en el accionariado del consorcio como socio operador.
Intereses De esta manera, el grupo español y francés cierran la puerta a posibles conflictos de intereses en un momento en el que el continente sudamericano se ha convertido en uno de los mayores licitadores de nuevas infraestructuras relacionadas con la gestión del agua a través de la iniciativa privada. Sólo entre México y Perú, está previsto el lanzamiento de proyectos por valor de 4.000 millones de euros. Otra de las virtudes de la alianza es la conformación de un consorcio temible en términos económicos por la fortaleza financiera de ambas empresas.
El acuerdo se circunscribe exclusivamente a Latinoamérica, ya que, en el resto del mundo, Veolia y FCC seguirán siendo rivales. Oriente Medio es una de las prioridades para las dos compañías.
Aunque la multinacional francesa le lleva varios años de ventaja, Aqualia se va a volcar en esta región, donde hay proyectadas inversiones por valor de 40.000 millones de euros. De momento, la compañía presidida por Baldomero Falcones ha puesto en marcha una oficina comercial en Dubai (EAU), que será el centro de operaciones para acudir a los concursos de los países ribereños (Arabia Saudí y Emiratos Árabes).
Pero el movimiento más estratégico se producirá, probablemente, antes de finalizar el año. FCC se encuentra en negociaciones avanzadas con un grupo de capital argelino para sellar una alianza que podría cristalizarse a través de la constitución de una sociedad mixta.
Para el grupo controlado por Esther Koplowitz, se trata de un movimiento clave. No sólo porque tendrá acceso a los contratos de depuración y conducciones argelinos previstos en 2009, sino porque, además, dispondrá de una tarjeta de visita muy apreciada en los países de los petrodólares: una sociedad con experiencia y tecnología de última generación que, entre su accionariado, cuenta con capital de procedencia musulmana. El objetivo es participar en todos los proyectos en fase de desarrollo en Magreb (Marruecos, Argelia y Libia).
Otra de las fortalezas de la compañía española es su saneada situación financiera. Debido a la crisis internacional, el mercado de deuda se ha endurecido, con un fuerte encarecimiento de los préstamos (aumento de los diferenciales) y un mayor control sobre la solvencia de las empresas y de la rentabilidad del proyecto.
Según las previsiones de Aqualia, este año se acercará a los 1.000 millones de facturación, con un resultado bruto de explotación de 170 millones de euros y unos márgenes sobre ventas del 19%.
La cartera de contratos asciende en la actualidad a 12.500 millones de euros, lo que equivales a 13 años de cifra de negocio. Otra de las virtudes de Aqualia es su capacidad de generación de caja procedente de la gestión integral del agua, que representa el 80% de la actividad. El índice de morosidad de su población atendida, casi 23 millones de personas, no supera el 1,5%, inferior incluso al de la banca.
Sobre la posible entrada en otros mercados, Aqualia no descarta desembarcar en EEUU mediante la compra de alguna empresa local. En China, la estrategia todavía no está definida.
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