La política habitacional privada y pública, ajena a las necesidades de la población

UNAM/Ciencias Sociales

[caption id="attachment_20084" align="alignleft" width="105" caption="Arquitecto Manuel Rosen Morrison"][/caption]

Oaxaca, México.-

Antes de construir casas-habitación populares, deberían hacerse estudios sobre las condiciones sociales de la población porque este tipo de edificaciones no son apropiadas; aunque su costo es bajo, son muy reducidas y en su interior hay poco rango de movilidad y dinamismo, consideró en la UNAM el arquitecto Manuel Rosen Morrison.

 

[caption id="attachment_20083" align="alignleft" width="300" caption="Casas Geo en Ixtapalucan, Estado de México"][/caption]

El proyectista, reconocido por obras como el Centro Cultural Tijuana y la embajada de Japón en México, señaló que las constructoras suponen que las personas con pocos recursos pueden vivir en lugares estrechos, pero “no es posible que habiten en un cuarto de dos metros cuadrados”.

 

 

Rosen Morrison añadió que las inmobiliarias, en vez de reducir costos a partir de materiales y uso de tecnología, ahorran al disminuir espacios y con ese tipo de estructuras se pierde el vínculo social y la interdependencia vecinal.

Por su parte, la académica del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, Beatriz García Peralta, subrayó que las grandes empresas desarrolladoras de vivienda se asociaron con Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofoles) y con la banca, y se encuentran en crisis debido a que se endeudaron en dólares, lo que se agrava por la caída del mercado habitacional.

[caption id="attachment_20085" align="alignleft" width="121" caption="Beatriz García Peralta"][/caption]

El desempleo y la falta de créditos puente han sido determinantes para que se detenga la venta y construcción de viviendas, y la situación se agrava sin los créditos que otorgan el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y el Fondo de la Vivienda del ISSSTE (Fovissste).

 

 

La especialista subrayó que la crisis hipotecaria de Estados Unidos ha provocado que economías como la de México se vean deterioradas y, en consecuencia, se afecte al sistema nacional de bienes inmuebles.