La gastronomía oaxaqueña la más completa del mundo: Mikel Alonso

Lilia TORRENTERA G

Oaxaca, Oaxaca.-  Para el chef vasco Mikel Alonso, es la gastronomía oaxaqueña, una de las más completas en el mundo al considerar que integra los tres elementos primordiales: identidad, producto y técnica para lograr el placer culinario destilando en un platillo.

[caption id="attachment_26003" align="alignleft" width="300" caption="Los chefs Roberto Solís, Alejandro Rjuiz y Mikel Alonso en la segunda muestra gastronómica realizado en Casa Oaxaca"][/caption]

Al participar en el Festival El Saber del sabor, más allá del Mito de los Siete Moles, Alonso,  junto con su colega, el mexicano Roberto Solís, hicieron muestra de su arte gastronómico en la cena-muestra realizada la noche del domingo en el Restaurante Casa Oaxaca.

 

 

Al confesar que es la primera vez que visita a la Verde Antequera, Alonso expresó ante los invitados “me habían hablado maravillas  de Oaxaca por su arte, cultura y gastronomía y que he comprobado que es verdad”.

Agradeció al chef anfitrión del festival, Alejandro Ruiz, la invitación para llegar a tierras oaxaqueñas y compartir una parte de su acervo culinario vasco, que cuenta con un gran reconocimiento a casi siete años de haber anclando en México.

[caption id="attachment_26004" align="alignleft" width="300" caption="El chef mexicano, Roberto Solís en la preparación de los exquisitos platillos presentados en el Festival El Sabor del saber"][/caption]

En esta muestra, también el chef Roberto Solís, trajo consigo  el bagaje cultural de la gastronomía de Yucatán, que con los ingredientes tradicionales como uvas, coco, la cochita (tortilla frita), jícama, pepino y salsa de tomate, en crema y gelatina, aderezo la entrada en una especie de sofisticada botana, una fuente de camarones crudos con una exquisita guarnición, que fue adornado además, con un plato adornado con pétalos de rosas bañados en una salsa de jamaica.

 

 

Mientras que Mikel Alonso cerró con un tercer tiempo, consistente en carne de vacuno a la olla, emplatado con una crema y arcilla comestible de un sabor excepcional.

El postre, por tanto, no pudo ser menos, y los invitados disfrutaron el cierre de esta exhibición de arte culinario contemporáneo con raciones de mango bañado en salsa de coco, en la que aplicó la cocina molecular, aprendida de su maestro Juan Mari Azak.