De la Redacción
Oaxaca, México.- Desde el penal de Santa María Ixcotel, este jueves, los doce presos loxichas que aun permanecen en este centro de readaptación social, se deslindaron públicamente de quienes los representaban jurídica y políticamente, y dieron a conocer el cambio del nuevo abogado, que se realizó desde el pasado 13 de abril de este año, el cual se encargará de llevar todos los trámites legales de cada uno de ellos para alcanzar su libertad lo antes posible.
En conferencia de prensa, los reclusos, a quienes presuntamente se les involucra con el Ejército Popular Revolucionario (EPR), informaron además que a partir de este momento, el párroco Wilfrido Mayrén Pelaéz, será la persona de su entera confianza, el cual los representará en el desarrollo de todas de sus actividades de lo que llamaron “una nueva jornada de lucha”.
Asimismo, anunciaron que se desintegra totalmente la Organización de Pueblos Indígenas Zapotecos (OPIZ), que existió en esa región de la Sierra Sur.
Agustín Luna Valencia y Álvaro Sebastián Ramírez, ex edil y ex síndico municipal de San Agustín Loxicha, - periodo de 1996-, expusieron que el atraso en los procedimientos, procesos legales y trámites de amparo ante las instancias judiciales correspondientes, fueron algunos de los elementos que hicieran cambiar la estafeta de su defensa, la cual la llevaban el abogado Israel Ochoa Lara y el ex dirigente de la OPIZ, Juan Sosa Maldonado.
Asimismo, detallaron que iniciarán una lucha civil y pacífica, por lo cual, hicieron un llamado a las organizaciones sociales y democráticas, estudiantes, obreros, campesinos, colonos, amas de casa e indígenas, entre otros sectores, “a que nos acompañen en esta nueva etapa que estamos iniciando por la libertad de todos los presos loxichas”.
Sostuvieron que todas las personas que deseen apoyarlos serán bienvenidos, “pero les decimos que no somos trofeos ni bandera política, y menos permitiremos que lucren con nuestro dolor ni ser botín de nadie”, aclararon.
Con casi 13 años de permanencia en las celdas 21 y 22 del penal de Santa María Ixcotel, indicaron que de los 12 presos recluidos, cuatro de ellos debieron haber obtenido su preliberación en este año, “pero siguen todavía en la cárcel, entonces, ahí están cometiendo una violación”, refutaron, al tiempo de rechazar tajantemente de estar involucrados con el EPR.
Por su parte, el párroco Wilfrido Mayrén Pelaéz, manifestó su respaldo a los presos de la región loxicha, a través del Centro Regional de Derechos Humanos “Bartolomé Carrasco”, dentro de los cauces civiles, legales, institucionales y pacíficos, a fin de agilizar los procedimientos correspondientes para que puedan obtener su libertad.
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