Por José María DE LA FUENTE/Conaculta
Oaxaca, México.- Velas y ceras ceremoniales, es la exposición en la que se revalora el arte que implica la manufactura estos objetos en los que los pueblos indígenas, entre ellas, la Triqui, y que le otorgan un sentido ritual en sus festividades patronales, familiares o comunitario así como en actos fúnebres, curaciones o invocaciones sagradas.
La belleza de esta forma de expresión artística y ceremonial se presenta en la Sala María Sabina del Museo Nacional de Culturas Populares de Conaculta (Hidalgo 289, Coyoacán) durante todo agosto.
[caption id="attachment_20891" align="alignleft" width="199" caption="El arte de la hechura de velas y ceras en México"][/caption]
Se trata de una pequeña colección de estos objetos, complementada con fotografías de Guillermo Aldana Espinosa, que contextualizan su uso en las fiestas y ceremonias de los pueblos de México.
Pese a lo recurrente de su uso, en pocos lugares se trabaja la cera y menos aún, se conoce el proceso de elaboración de velas que va más allá de la técnica, sino el conocimiento sobre el sentido que cobra su realización, el entorno en que deben labrarse, los rituales que certifican su hechura, la música, las oraciones y participantes que deben estar durante la creación de cada pieza.
Son las comunidades indígenas y rurales donde se preserva esta expresión artística, para erigir majestuosas piezas labradas, escamadas y floreadas, que conservan cada una sus técnicas y las transmiten a las nuevas generaciones.
Esta exposición busca recrear el contexto en que se elaboran y el sentido de ofrecerlas a un santo, de quemarlas en curaciones, de ir en procesión a ofrecerlas a un templo. De igual manera, intenta, a través de los cirios y velas, difundir, entender y valorar la ritualidad de las comunidades representadas, provenientes de Chiapas, Oaxaca, Puebla, Morelos, Guanajuato, San Luis Potosí, Veracruz y Tlaxcala.
Tal como lo explicó la maestra Ana María Gómez, coordinadora del Programa de Arte Popular de la Dirección General de Culturas Populares, estas obras de arte están dirigidas a las divinidades de todo tipo en planos espirituales e implica la participación de artistas que plasman una estética magnífica, que solo dura unas horas o el tiempo que contemple la fiesta, pues es un arte efímero que se recicla".
[caption id="attachment_20892" align="alignleft" width="300" caption="Ana María Gómez, coordinadora del Programa de Arte Popular de la Dirección General de Culturas Populares y Otilia Sandoval, de la etnia triqui"][/caption]
Por tal razón, comentó que la intención de Velas y ceras ceremoniales, es propiciar que la gente disfrute, conozca y valore la existencia de este arte tradicional de nuestros pueblos, porque se trata de un patrimonio cultural que se debe preservar o de lo contrario se extinguirá; “creo que es una buena manera de sensibilizarse ante la belleza y la cultura".
Luego de hacer notar que desde tiempos inmemoriales y en todos los asentamientos humanos el fuego ha sido un elemento indispensable en la ritualidad, la especialista destacó que en México esta diversidad y dominio de los materiales y formas es único, y que son muy pocos los países que pueden manifestar el orgullo de tenerlo.
Sobre el origen de la muestra, explicó que se empezaron a recopilar datos sobre los diferentes estados en que se llevaba a cabo esta labor. El resultado reflejó una gran riqueza que no pudo mostrarse de manera más amplia, por lo que esta muestra, por razones de espacio y de tiempo, no refleja todo lo que se hace en nuestro país. Se trata de un arte poco conocido entre la gente de los sectores urbanos y de las grandes ciudades.
Por su parte, Otilia Sandoval, representante de la etnia triqui de Oaxaca, expresó que "en nuestra comunidad es muy importante el uso de la cera, porque la utilizamos en diferentes ceremonias y fiestas dedicados a los patronos comunitarios".
Aseguró que esta tradición se ha trasmitido de generación en generación y que en su comunidad la cera se utiliza para festejos de origen ancestral como el dedicado al dios del rayo, quien les brinda las cosechas, y son los mayordomos, quienes se encargan de labrar las velas que se ofrendan.
Durante el recorrido se pueden admirar bellas piezas, entre las que destacan la llamada “Cera de batea” (San Luis Potosí), que se ofrenda a la Virgen de la Asunción; las ceras de mayordomía de Tzicualán, Puebla, en honor al apóstol San Andrés; las velas escamadas de Morelos, utilizadas en la fiesta de San Juan Bautista; las de la Festividad del Tercer Viernes de Cuaresma, entre los triquis de Oaxaca.
Resaltan también los Cirios de la Hermandad que llegan a alcanzar hasta 400 años de antigüedad, originarios de Axochiapan, Morelos; de Chiapas, las velas de bendición para quitar las envidias; las velas escamadas del bajío guanajuatense, para la fiesta de Corpus Cristi; también de Oaxaca, las velas de la concha que se usan en altares de casas y en festividades familiares; en el caso de Tlaxcala, se exhiben las velas rituales de Ixtenco, la Tres Marías para el Sábado de Gloria y la Vela adornada para sacada de misa.
Velas y ceras ceremoniales permanecerá todo el mes de agosto, con horarios de martes a jueves 10:00 a 18:00 horas, mientras que de viernes a domingo, de 10:00 a 20:00, en el Museo Nacional de Culturas Populares.
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