El TLCAN sin los beneficios de desarrollo para Oaxaca

De la Redacción

Oaxaca, México.- En la segunda etapa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México, Estados Unidos y Canadá enfrentarán el reto de posicionar a la región de América del Norte como el gran centro manufacturero y tecnológico del mundo.

En tanto, el gobierno de México deberá extender los beneficios del tratado hacia los estados del Sur de la República, consideró el director general de Evaluación y Seguimiento de Negociaciones de la Secretaría de Economía (SE), Juan Carlos Baker, al hacer un balance de 15 años de TLCAN que se cumplen el próximo 1 de enero de 2009.

"El TLCAN es un instrumento de política pública que ha resultado exitoso; aunque existen condiciones distintas y retos para México que enfrentar en otras áreas del mundo, -adicionales a las de sus socios Estados Unidos y Canadá- que representan un complemento de lo que se logró con América del Norte", aseveró.

La vigencia del Tratado, dijo, se manifiesta entre los retos que aún permanecen y que enumeró en la necesidad de extender los beneficios de ese instrumento con áreas geográficas a donde el país no ha llegado.

Como ejemplo recordó que en 1993 la balanza comercial de México registraba un déficit con Estados Unidos de cinco mil millones de dólares, tendencia que revirtió completamente y el año pasado reportó un superávit mayor a los 70 mil millones de dólares con Estados Unidos.

Con Canadá, dijo, si bien las cifras son más modestas tenemos una evolución positiva. Antes de iniciar el TLCAN el superávit era de mil 700 millones de dólares y al cierre del 2007 esta variable aumentó hasta casi ocho mil millones de dólares.

El reto ahora es avanzar no sólo en acceso a mercado, sino en extender los beneficios a todo el país, principalmente a las entidades del sur como Chiapas y Oaxaca. Así que, el primer reto "es extender los beneficios del tratado hacia otras regiones geográficas".

Al referirse a la libre importación de automotores provenientes de Estados Unidos con antigüedad mayor a 10 años y que inicia a partir del 1 de enero de 2009, aseguró que "no se permitirá que circulen vehículos que incumplan con las normas mexicanas".

De este modo, dijo, el gobierno mexicano enfrenta el reto de proteger a la industria nacional y evitar que el TLCAN resulte dañino para los sectores como el auto transporte de carga y la entrada de vehículos usados a México.

En cuanto al autotransporte de carga, recordó que en 2000 México llevó el caso a un panel de solución de controversias y que ahora tiene en práctica un Proyecto Demostrativo Transfronterizo para impulsar la introducción de vehículos de autotransporte de carga a la Unión Americana.

Aunque el TLCAN obliga al comercio de autos usados, se tiene que hacer en función de las normas oficiales mexicanas que existan en materia tanto de seguridad del vehículo como de condiciones físico-mecánicas y que se exige a todos los autos nacionales a través de condiciones ambientales y pago de impuestos.

"Lo que puedo decir es que estamos tomando todas las previsiones necesarias, en coordinación con todas las dependencias que tienen que ver con este tema para que el comercio sea ordenado".

Otro de los grandes retos del TLCAN es promover una mayor competitividad y sinergias de nuestro país, Estados Unidos y Canadá; y es que comparado con lo que pasa con otras regiones del mundo, en materia de comercio "nos estamos quedando rezagados".

Entonces, hay que reposicionar a la región de América del Norte como el gran centro manufacturero y de innovación que habíamos tenido en las últimas décadas.

Un reto más es hacer que las medidas de seguridad no se conviertan en una cerrazón al comercio y garantizar que los bienes y servicios continúen con su tránsito.

Para eso ya se desarrollan varios proyectos en los cuales se tiene una inversión muy importante en tecnología, en coordinación y se tienen la necesidad de comerciar todo esto en situación competitiva.

Otro reto, que si bien no está presente como tal dentro del TLCAN es algo que va a continuar siendo importante, tiene que ver con las cuestiones del medio ambiente y el cambio climático, pues hay una necesidad muy importante en que las actividades productivas no causen un daño mayor o un deterioro al medio ambiente.

El último reto tiene que ver con promover la cooperación regulatoria, pues hay claramente una necesidad de hacer que los procesos que acompañan al comercio internacional, que van más allá de cobrar un arancel y que van de la mano con el cumplimiento de las normas. (Con información de Notimex)