UAM/Literatura
Oaxaca, México.- A partir del análisis de detallado de algunas de las novelas históricas más conocidas del siglo decimonono mexicano, el doctor Alejandro Araujo Pardo, indaga en dos temáticas principales: la temporalidad que presentan los textos en cuestión y la cuál es la diferencia entre historia y literatura al interior de la novela histórica como género.
El profesor-investigador del Departamento de Humanidades de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), ofrece en su más reciente libro Novela, historia y lecturas. Usos de la novela histórica en el siglo XIX mexicano: una lectura historiográfica, un diagnóstico.
El estudio propone la existencia de tres periodos diferentes que enmarca las características formales y pragmáticas que definieron al género novela histórica durante el siglo XIX en México.
[caption id="attachment_21318" align="alignleft" width="225" caption="Los escollos entre la historia y la literatura en México"][/caption]
Al trabajar en estas dos problemáticas el libro, editado por la Dirección de Publicaciones y Promoción Editorial de esta casa de estudios, pretende historizar el género de la novela histórica, es decir, se interesa por contar una historia que permita observar cómo las novelas históricas fueron usadas por sus lectores primigenios.
La obra muestra que el contrato de lectura que usualmente se utiliza para acercarse a un texto, como la novela histórica, fue creado a finales del siglo XIX e inicios del XX y de ahí que en la actualidad la lectura del género estudiado por el académico sea ahistórica.
Es importante destacar que la obra Novela, historia y lecturas. Usos de la novela histórica en el siglo XIX mexicano: una lectura historiográfica ha sido posible gracias a una reflexión teórica que en torno a este género el autor sostiene; la cual está lejos de ser una teoría universal, sino se trata de una teoría particular y experimental.
Aún más, no una teoría de conceptos abstractos, sino una teoría que expresa una paradoja irresoluble: ni verdad histórica absoluta ni creatividad imaginativa radical, sino algo que existe entre los dos la figura o el tropos.
El lector podrá dilucidar en las páginas del libro cómo la escritura de la historia que lucha por dejar de ser literatura se vuelve a encontrar al final con que sólo es una representación del pasado que se mueve en la frontera de las dos: la historia, entre ciencia y ficción o mejor dicho, entre sentido literal y sentido figurado.