Oaxaca, México.-  Por considerar que la filmación de la película “Memoria de mis putas tristes”, hace una “apología”  la prostitución infantil, la activista mexicana Teresa Ulloa, anunció que interpondrá una demanda contra el escritor colombiano Gabriel García Márquez así como a las empresas productoras de la película.

Además del Premio Nobel de Literatura, la directora de Coalición Regional Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, demandará también a dos empresas y un gobernador colombiano ante la Procuraduría General de la República por "apología del delito", en un intento por frenar el inicio del rodaje del filme inspirado en la novela de García Márquez "Memoria de mis putas tristes".

Para la demandante, la realización de la película, la cual sostiene que costará 8 millones de dólares, "promueve, glorifica, el tener a niños en prostíbulos para ser accedidas por el poder".

El libro del Premio Nobel colombiano pone en escena a un anciano de 90 años que tiene una relación sexual con una adolescente.

El "dinero no nos interesa, lo que nos interesa es poner un ejemplo para que no se siga normalizando, naturalizando, el fenómeno de la trata y de la explotación sexual de niñas y niños en un período donde es tan difícil ese fenómeno", afirmó Ulloa a la radio Caracol desde México.

La activista dijo estar sorprendida porque "la gente de relaciones públicas" de García Márquez no le haya "informado con qué clase de gobernarte se iba a involucrar en este proyecto".

Ulloa se refirió al gobernador del estado de Puebla, Mario Marín, quien ordenó la detención de la periodista Lyda Cacho, quien escribió el libro "Los demonios del edén", donde se descubre una red de pedofilia y contra quien, al parecer, la activista mantiene una disputa.

La mexicana dijo que "entiende" que la obra del escritor colombiano es una ficción, sin embargo, sostuvo que la querella judicial es un acto de reivindicación y no un interés en dinero.

"También entendemos el efecto social que tiene la masificación del mensaje de la obra, en este caso de esa novela", por lo que pidió a García Márquez oponerse el inicio del rodaje.

Agregó que el "prestigio" del autor de "Cien años de soledad" debería utilizarse "más bien en apoyar la prevención" de ese tipo de prácticas, en lugar de hacerlo en beneficio de ese tipo de iniciativas.