Agencias   Oaxaca, México.- La primera década del siglo 21  registró  las máximas temperaturas desde las primeras mediciones de temperatura realizadas en 1850, según datos divulgados  por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un informe paralelo a la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático en  Copenhague.   En un avance anual, la organización científica informó que la  década 2000-2009 será la más calurosa, más,  incluso, que la de 1990, que superó, a su vez, a la de 1980.   El secretario general de la OMM, Michel Jarraud, señaló que  los datos provisionales indican, además,  que 2009 se situará como el quinto año más caluroso desde 1850 y precisó que los resultados definitivos se conocerán en marzo de 2010.   [caption id="attachment_36826" align="alignleft" width="300" caption="Aspecto de las calles de Copenhaguen en el marco de la Cumbre del Clima/Foto Reuters"][/caption] Interrogado sobre sus previsiones para el futuro, Jarraud se negó a hacer pronósticos año por año, pero afirmó explicando que un gran número de acontecimiento naturales, como una gran erupción volcánica, puede modificar sensiblemente la temperatura del planeta.   Los datos promedios disimulan las disparidades regionales, recordó, por otra parte, el científico. Así, 2009 se sitúa en el tercer lugar de los años más calurosos que conoció Australia. China vivió su peor sequía en los últimos 30 años. A finales de julio, numerosas ciudades canadienses, como Vancouver y Victoria, registraron las temperaturas más elevadas de su historia. En Londres, la oficina meteorológica británica divulgó ayer  datos correspondientes a cientos de estaciones en todo el mundo que demuestran que la temperatura de la superficie terrestre aumentó considerablemente en los últimos 150 años.  Los datos se remontan hasta 1850 y corresponden a 1.500 de unas 5.000 estaciones de control en todo el mundo. Pero la medición más destacada es que la temperatura global aumentó una media de más de 0,15 grados centígrados por década desde mediados de los años 1970.   Paralelamente, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon,  se mostró optimista de alcanzar un acuerdo en la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático, el cual sería disminuir la emisión de los gases de efecto invernadero.   A su vez,  el responsable de cambio climático de la ONU, Yvo de Boer, instó  a los delegados de los 192 países que negocian el  acuerdo que cierren el contenido básico esta semana y solo dejen los asuntos políticos para los últimos días.   Mientras tanto, varios miles de "salvaplanetas" y decenas de ONGs han invadido la cumbre del clima (COP15) con variopintos mensajes para presionar a los líderes políticos para que reduzcan las emisiones de dióxido de carbono (CO2).   Desde fotografías de casquetes polares menguantes hasta indígenas que se sienten amenazados por el calentamiento global compartirán, hasta el 18 de diciembre, los recintos del Bella Center, sede de la conferencia. Se calcula que solo las ONG, entre ellas Greenpeace, Oxfam Internacional y WWF aportan a la cumbre unas 14.000 personas.   Tomas Diente de Oro, portavoz del Foro Internacional Indígena, dijo que debe impedirse a toda costa el imperialismo del CO2 y la conversión en un producto comercial de la emisión de bonos para que los países ricos compren derechos a naciones en desarrollo para seguir contaminando la atmósfera. “Las emisiones amenazan la vida de generaciones futuras”, decía un cartel que portaban otros jóvenes, que denunciaban que los países industrializados ocultan las emisiones de gases de efecto invernadero de las talas y destrucción de sus bosques.   El movimiento ecologista Greenpeace movilizó a cientos de activistas en la cumbre y  atracó el barco Beluga II en un puerto cercano al aeropuerto de Copenhague para que los aviones que aterrizan vean  una gran pancarta con el texto: “Paren el cambio climático”.