De la REDACCIÓN
Oaxaca, México.- A unas semanas de que el Senado de la República, apruebe la designación del titular de la CNDH, la secretaria general de Amnistía Internacional (AI), Irene Khan solicitó a los legisladores la designación de un hombre o mujer comprometidos con la defensa probada de los derechos humanos y no por consigna partidista.
Carta de Irene Khan, Secretaria General Amnistía Internacional a las y los Senadores
Amnistía Internacional, como parte de su compromiso con los derechos humanos, ha promovido el fortalecimiento de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos alrededor del mundo, como es el caso actual de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en México, a fin de que estos organismos funcionen de manera efectiva e independiente en su trabajo de promover y proteger los derechos humanos comprendidos en las leyes nacionales y las normas internacionales.
La fundación de la CNDH hace veinte años fue un momento importante en el camino por hacer respetar los derechos humanos en México. Sin embargo, a pesar de las varias reformas realizadas para fortalecer su autonomía y competencias, la CNDH frecuentemente no ha logrado cumplir con las expectativas de su fundación y su mandato.
El cuestionamiento, a nivel nacional e internacional, de la actuación y la efectividad de la CNDH es extensivo y conocido. Las deficiencias en la actuación de la CNDH han dañado su credibilidad y han sido un factor importante en limitar el avance del respeto de los derechos humanos en México.
En el marco del proceso de selección de la nueva o nuevo Presidente de la CNDH, Amnistía Internacional considera que la elección del dirigente es decisivo para el funcionamiento efectivo de la institución, por lo que es de vital importancia que se nombre a los candidatos y las candidatas más idóneas de mayor calibre y pericia probada en el trabajo práctico sobre la defensa y la promoción de los derechos humanos.
En las próximas semanas, la Cámara de Senadores tiene la oportunidad y la responsabilidad de tomar los primeros pasos en transformar la CNDH con el nombramiento de su nuevo presidente o presidenta. La futura credibilidad de la CNDH ante la opinión pública nacional (e internacional) también depende de la credibilidad del proceso de selección del nuevo mando.
La organización espera que las decisiones tomadas por la Junta de Coordinación Política del Senado aseguren un proceso plural y transparente, y no sea ésta un preludio para imponer una decisión bipartidista acerca de los candidatos más convenientes para los principales partidos políticos.
Consideramos que es imprescindible para el futuro buen funcionamiento de la CNDH que los senadores miembros de las tres comisiones designadas para realizar la convocatoria y la evaluación de los candidatos y candidatas, lleven a cabo un proceso transparente en que importantes actores de la sociedad civil con reconocida experiencia en la defensa de los derechos humanos jueguen un papel sustancial.
Amnistía Internacional considera que en el proceso de selección y nombramiento han de participar representantes de la sociedad civil, especialmente defensores de los derechos humanos que representen los intereses de sectores especialmente vulnerables de la sociedad y que también puedan intervenir en el proceso organizaciones no gubernamentales, líderes de la oposición, sindicalistas, trabajadores sociales y periodistas.
El objetivo fundamental de estas recomendaciones es garantizar la imparcialidad y credibilidad de las instituciones nacionales de promoción y protección de derechos humanos ante la sociedad y la comunidad internacional. En varios países, como México, el parlamento o el Senado está investido con la facultad de llevar adelante estos procesos de selección para fortalecer la autonomía de estas instituciones. El objetivo de tal proceso, no es solo identificar los y las candidatos mejores calificados para el puesto, pero también demostrar ante la sociedad que la decisión acerca del liderazgo se tome a base de criterios públicos y no por la conveniencia de los intereses del ejecutivo o de los partidos políticos.
El nivel de participación de la sociedad civil no debe quedar reducido a la presentación formal de candidatos y opiniones, sino una participación activa y sustancial en la elaboración de los criterios para la selección del candidato ideal o discusión sobre cómo fortalecer el trabajo de la CNDH durante los próximos cinco años. La participación activa y transparente de la sociedad civil debería ser un eje transversal en el proceso de selección.
Amnistía Internacional considera que hay criterios mínimos que cada candidato debe reunir y demostrar antes de ser considerada su inclusión en la terna para la votación ante el plenario de la Cámara. El proceso de selección debe tener como propósito probar de forma pública estos criterios y otros más identificados por la sociedad civil. Deben de ser hombres y mujeres conocidos por su integridad e imparcialidad de juicio, que tomen decisiones sobre las cuestiones que se sometan a su consideración basándose en hechos, de acuerdo con la ley y sin restricciones, influencias indebidas, instigaciones, presiones, amenazas ni intromisiones de ningún sector o debidas a factores como a afiliaciones políticas o vínculos con el poder ejecutivo u otros poderes del Estado. Su experiencia debe demostrar su compromiso con las normas internacionales de derechos humanos y la defensa activa de los intereses de las víctimas de las violaciones de derechos humanos.
Amnistía Internacional espera que en el proceso actual se garantice una consulta amplia, transparente, activa y efectiva con la sociedad civil, conforme a la legislación vigente y las directrices internacionales en la materia.
Atentamente
Irene Khan
Secretaria General Amnistía Internacional