UAM/Medio Ambiente

Oaxaca, México.- Ante cualquier intento de privatización, la gestión del agua debe quedar bajo la responsabilidad del Estado, afirmó la doctora Úrsula Oswald Spring, coordinadora de la Red Temática de Agua del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

  Al comentar el libro Innovación tecnológica, cultura y gestión del agua en el Valle de México, la funcionaria aseveró que la sociedad organizada y una tarifa diferenciada del recurso de acuerdo con el monto consumido permitirán el ahorro, el manejo racional, el desalojo seguro y su reúso en diversos procesos.

  Al profundizar sobre esta publicación de los doctores Delia Montero Contreras, Eugenio Gómez Reyes, Graciela Carrillo González y Lilia Rodríguez Tapia –investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)– señaló que el rigor científico y las propuestas de los diferentes estudios que conforman el texto, contradicen la política hidráulica gubernamental.

[caption id="attachment_19350" align="alignleft" width="300" caption="La extracción de agua, modelo agotado en las políticas de gestión de los gobiernos en México"][/caption]

La gestión hídrica gubernamental, importada de España desde hace 400 años, se ha caracterizado por “desecar pantanos y cuerpos de agua, vender tierras arrancadas al lago y construir túneles y emisores para evitar inundaciones durante la época de lluvia”, la cual combinada con una visión “de fin del tubo” y “quien contamina paga”, ha llevado al colapso del modelo actual.

  Oswald Spring advirtió que en la actualidad 80 por ciento de las aguas servidas se desaloja hacia el Valle del Mezquital, se sobreexplota a los acuíferos y se importa el líquido desde cuencas ajenas.

  Una mejor gestión administrativa y tarifaria, dijo, orientaría el comportamiento de los habitantes hacia una cultura diferente del agua, y coincide con los autores en que un bien administrado por empresas privadas y con intereses claros en obtener el mayor monto de ganancias en el más corto plazo, pudiera provocar el deterioro de la infraestructura existente, un mal manejo de las fuentes y, por ende, escasez y contaminación del vital líquido.

  [caption id="attachment_19351" align="alignleft" width="221" caption="Excelente publicacion de la UAM"][/caption]

La crisis existente permite proponer creativamente alternativas y colaborar en una gestión distinta, en la que impere el principio precautorio, la integración de las necesidades humanas con las ambientales y el cuidado de los más vulnerables, en general, principios éticos de igualdad y de justicia que guíen las decisiones gubernamentales, indicó.

  La doctora Lilia Rodríguez Tapia, académica del Departamento de Economía de la Unidad Azcapotzalco, apuntó que el promedio de consumo del recurso por persona en la zona metropolitana es de 95 metros cúbicos, en tanto que la disponibilidad es de 82, lo que resulta en un déficit de 11 metros cúbicos por individuo –problema que se agudiza conforme se incrementa la población– lo que provoca la necesidad de importar el líquido desde otras cuencas.

  La también miembro de la Comisión Académica de la Red de Estudios del Agua de la UAM enfatizó la necesidad de “aprender a vivir con la disponibilidad de la Cuenca” e impulsar medidas para el uso eficiente, recordó que cuatro quintas partes del agua utilizada se expulsa sin ningún tratamiento, lo que ocasiona severos problemas de contaminación.

  Consideró que una de las conclusiones más importantes de los investigadores participantes en el libro –coeditado por la UAM y Editorial Porrúa con el apoyo de la Cámara de Diputados– es que deben proponerse soluciones a pequeña y gran escala, encaminadas a vivir con el recurso disponible y evitar la importación, así como que el vital líquido utilizado sea expulsado lo menos contaminado posible.

  En esa medida, aseveró, la obra aborda el tema del agua bajo una visión de conjunto, prevé la aplicación de tecnologías innovadoras y adaptadas a necesidades regionales del país con un sólido fundamento científico, propone la adopción de un enfoque alternativo de gestión y una nueva cultura del agua que establezca una serie de responsabilidades entre los distintos usuarios.

  Los autores del libro señalan que las tres vertientes fundamentales para abordar la problemática del recurso son la tecnológica, la de gestión y la cultural.

  El doctor José Lema Labadie, rector general de la UAM, sostuvo que la Universidad trabaja en torno a los problemas del país y propone posibles soluciones en temas relevantes como el del agua.

  Destacó la conjugación de esfuerzos de académicos de las unidades de la UAM, ya que historiadores, economistas, sociólogos, ingenieros hidráulicos y biotecnólogos han abordado la problemática del agua en el Valle de México y han logrado conformar un grupo interdisciplinario, cuyo objetivo es generar conocimiento que apoye la tarea de los tomadores de decisiones en materia hidráulica en los niveles federal y local, y uno de cuyos resultados es la publicación de este libro.