Por Emiliano PARRA
Oaxaca, México.- Activistas de Greenpeace México colocaron una manta en la lanza de la glorieta de La Minerva en Guadalajara, donde iniciará mañana, la Cumbre de Líderes de América del Norte, para exigir a los mandatarios de Canadá, Estados Unidos y México promover energías limpias en la región de manera urgente
Para llamar la atención de los jefes de Estado de Canadá, Stephen Harper; Estados Unidos, Barack Obama, y México, Felipe Calderón, en la lucha contra el cambio climático con la reducción urgente, la dependencia de los combustibles fósiles e inicien una “revolución energética”, ocho activistas de la organización ambietalista escalaron el monumento de La Minerva y colgaron de su lanza una bandera con la leyenda:
“Real Leaders Back Clean Energy” (Los verdaderos líderes respaldan las energías limpias”).
En medio de un gran operativo de seguridad, en la víspera de Cumbre de Líderes de América del Norte, Greenpeace envío el mensaje en este sitio emblemático de la ciudad para llamar a los tomadores de decisiones de la región a trabajar por una integración energética encaminada a reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera, causantes del cambio climático, y cumplir con hechos los compromisos sostenidos en sus discursos.
[caption id="attachment_21850" align="alignleft" width="300" caption="Activistas de Greenpeace en Guadalajara para demandar a EU, Canadá y México lucha comprometida contra el cambio climático"][/caption]
Actualmente, la región de América del Norte es un gran contribuyente al cambio climático al ser responsable de la emisión del 26 por ciento de GEI del mundo, porcentaje que seguirá en aumento en tanto estos países continúen invirtiendo en alternativas sucias para generar energía: carbón “libre” de carbono (carbon-free coal) en Estados Unidos; arenas bituminosas (1) en Canadá; petróleo, carbón y gas en México.
"Ante este escenario, será imposible mantener el aumento de la temperatura en menos de 2 grados centígrados, límite establecido por los científicos para evitar los efectos catastróficos e irreversibles del cambio climático.
Para lograr la verdadera seguridad energética en América del Norte, Canadá, Estados Unidos y México deben dejar de apostar a la generación de energía por medio de arenas bituminosas, el secuestro de carbono o el uso de combustibles fósiles. Es necesaria una transición a energías verdaderamente limpias, como lo son las renovables”, advirtió Virginie Lambert, coordinadora de la campaña de clima y energía de Greenpeace Canadá.
De acuerdo con Greenpeace, los tres países en conjunto podrían generar casi el 40 por ciento de su electricidad a partir de energías renovables para el año 2020, en comparación con los patrones actuales basados principalmente en combustibles fósiles.
"No se trata tan sólo de energías limpias contra energías sucias, sino de seguridad energética y empleos verdes contra el colapso ecológico y social”, dijo María José Cárdenas, coordinadora de la campaña de cambio climático y energía de Greenpeace México.
Explicó que la forma más rápida y eficaz de resolver la mayoría de los temas que los jefes de Estado han venido a discutir como los retos económicos, la salud, la energía y el cambio climático, es emprender una revolución en la forma de producir, distribuir y consumir la energía, y deben hacerlo de manera conjunta.
Dijo que “sólo siguiendo estos pasos podrán ser llamados líderes, que son aquellos que actúan para revertir y mitigar el cambio climático. ¿Están los políticos de la región a la altura de este desafío?", cuestionó.
Para la Cumbre de Líderes de América del Norte, Greenpeace exige a los gobernantes de Canadá, Estados Unidos y México:
• Comprometerse a mantener el aumento de la temperatura lo más lejos posible de los 2° centígrados, comparado con los niveles de 1990, a fin de evitar el cambio climático catastrófico.
• Asegurar que las emisiones globales alcancen su máximo nivel para 2015 y que se acerquen a cero para 2050.
• Estados Unidos y Canadá, y el resto de los países industrializados, deben comprometerse a reducir sus emisiones de GEI en 40 por ciento para 2020 (con respecto a los niveles de 1990).
• Estados Unidos y Canadá deben liderear que el mundo desarrollado invierta 140 mil millones de dólares cada año a fin de que los países en desarrollo apliquen medidas de adaptación, mitigación y protección de bosques y selvas.
• Un compromiso inmediato para establecer un mecanismo de financiamiento dirigido a detener la deforestación de los países en desarrollo para 2020 y alcanzar la cero deforestación en la Amazonía, la cuenca del Congo e Indonesia para 2015.