Ciudadania Express
Domingo 22 de febrero, 2009. 05:00 am

La fragilidad de los derechos humanos en tiempos de crisis

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Deutsche Welle

 

Oaxaca, México.- ¿Qué tanto importan los Derechos Humanos en tiempos de crisis económica? – Mucho. O, por lo menos, más de lo que se creyera. No en vano varios países en desarrollo, liderados por Brasil y los representantes de la Unión Africana, promovieron el citado debate. Así fue como este viernes 20 de febrero se desarrolló la 10ª sesión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos.  

 

Un tema que, como igualmente se creyera, también hubiera podido interesarle a los países industrializados, fuentes principales de la actual crisis. Pero no. La Unión Europea (UE) se opuso - sin éxito - hasta el último momento porque,  como considera el embajador alemán ante Naciones Unidas en Ginebra, Reinhard Schweppe, “la sesión fue totalmente innecesaria”. Es más, Schweppe cree incluso que un debate sobre Derechos Humanos en relación con las crisis financiera y económica es “nocivo”. ¿La razones? – Según Schweppe, “la UE, como otros países occidentales, se encuentran en una desventaja estructural y estratégica (en el Consejo de DD.HH. de la ONU)”.

 

[caption id="attachment_8175" align="aligncenter" width="314" caption="La pobreza hace más vulnerable a las poblaciones para que se violenten sus derechos humanos"]La pobreza hace más vulnerable a las poblaciones para que se violenten sus derechos humanos[/caption]

 

Inmigrantes ya son víctimas de crisis económica

 

Lo importante es que Navi Pillay, Alta Comisaria para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, destacó en la sesión las negativas consecuencias de la crisis global en las poblaciones migrantes.  “En muchos países los inmigrantes están ya siendo víctimas de agresiones violentas y discriminación, como resultado de las presiones generadas por el cierre masivo de plazas de trabajo”, destacó Pillay. 

 

Una apreciación que, en principio, comparte el embajador alemán, Reinhard Schweppe, que cree que, en efecto, podría llegar a haber más desempleo y más hambre. “Pero esos son problemas de los que tienen que ocuparse otras instituciones como el G-20 o la Organización Mundial de la Salud. La crisis económica no tiene nada que ver con Derechos Humanos. Nosotros queremos seguir manteniendo las ayudas al desarrollo, pero no podemos asegurar que lo podremos cumplir porque, no sabemos cuáles medidas más de emergencia tendremos que tomar. La situación financiera de muchos países cooperantes es aún impredecible”, concluye Schweppe.

 

[caption id="attachment_8176" align="aligncenter" width="400" caption="Las migraciones otro sector en riesgo"]Las migraciones otro sector en riesgo[/caption]

 

¿Obstáculo para Cumbre del G-20?

 

La propuesta de resolución contiene 13 puntos. Cuatro son considerados por Alemania y otros países industrializados como “inaceptables”. Entre ellos están la petición de más influencia para los países en desarrollo en los gremios internacionales y posibilidades de contribuir en el diseño de las reglas sobre la economía mundial. Posiciones que, si bien para unos parecen sensatas, para Schweppe son “un obstáculo en la preparación de la Cumbre del G-20 a realizarse el próximo abril en Londres”.

 

Reinhard Schweppe concluye que, en definitiva, los recursos del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas estarían mejor invertidos si sus tareas se limitaran a velar por lo que la comunidad les ha encomendado: los Derechos Humanos.  

 

Endeudamiento y América Latina

 

Entretanto, la situación de los países más pobres es cada vez más crítica ya que al crónico endeudamiento de algunos se suman ahora las consecuencias de la falta de recursos que, hasta ahora, han garantizado, en menor o mayor medida, un mínimo de alimentación y techo, aunque sean subvencionados. El reporte Endeudamiento 2009, publicado este 20 de febrero en Berlín, da cuenta de que, siete países africanos, y otros tantos fuera de África, tendrán que declararse en bancarrota, en este mismo año.

 

Mientras los acreedores de los africanos son Estados, los países latinoamericanos le deben, en su mayoría, a bancos. Hasta ahora empero, no se temen quiebras a nivel estatal en América Latina. Con excepción de Haití que es desde varias décadas “el Estado fallido” en el continente americano. ¿Quién quiere y puede cambiar la situación?

 

 

 

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