Por Emiliano Parra
Oaxaca, México.- Según los últimos decretos del gobierno federal y conforme al artículo 906 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a partir del pasado primero de enero México eliminó las restricciones a las importaciones de automóviles usados, provenientes de Estados Unidos y Canadá.
El mandato, publicado en el Diario Oficial de la Federación, estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2010, y señala que los vehículos con 10 o más años de antigüedad introducidos a territorio nacional, pagarán un arancel del 10 por ciento.
[caption id="attachment_6636" align="aligncenter" width="400" caption="La apertura a la importación de vehículo usados grave problema económico y ambiental para México"][/caption]
Para algunos, la medida representa una solución al creciente problema de importación ilegal de autos; para otros, ocasionará serios perjuicios a la industria nacional, además de daños colaterales como la creciente demanda de combustibles, más tránsito en zonas urbanas y mayores emisiones de contaminantes.
En ese sentido, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, se pronunciaron en contra de convertir al país en un basurero automotriz, pues con el decreto sólo se permite la invasión de chatarra que no satisface las normas técnicas y de seguridad.
La nación no está preparada para la apertura de autos usados, pues carece de normas ambientales y técnicas que verifiquen la seguridad de los vehículos; abrir el mercado a estos automotores podría transformar a la nación en el mayor depósito de chatarra, aseguraron.
El integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) Bernardo Olmedo Carranza, reconoció que nunca se ha estado preparado para esa apertura. Se tendría que ser congruente para sostener que se está interesado en la sustentabilidad del ambiente, cuando se sabe que no hay control. “Dejemos de convertirnos en un basurero, pues eso es lo que somos en el caso de los autos chocolate”.
[caption id="attachment_6637" align="aligncenter" width="200" caption="La especialista de la UNAM, Isabel Rueda, propuso imponer una verificación en el norte del país, para que los autos que no reúnan los requisitos físicos y mecánicos sean rechazados."][/caption]
Aunque la ley indica que sólo podrán ingresar autos que cumplan con la normatividad de su lugar de origen, en México no existe una infraestructura de verificación adecuada, ni parámetros ambientales uniformes para evitar un alza en la contaminación, añadió.
Los lugares a donde llegan esos vehículos son las zonas rurales o semiurbanas, donde no hay control de emisiones, “ahí todo es laxo”, subrayó.
Las cifras
Según cifras del Instituto Nacional de Ecología, más de 75 por ciento de los autos chocolate no pasarían una verificación, pues son unidades con años de uso y además muchos han sufrido accidentes.
Además, se calcula que México cuenta con 27 millones de vehículos, de los que cinco millones fueron introducidos irregularmente desde Estados Unidos y Canadá, previo a la apertura.
De acuerdo a un informe del Banco Mundial, en las próximas dos décadas habrá una creciente presión para mantener un nivel bajo de emisiones contaminantes, como resultado del aumento que registrará el parque vehicular.
[caption id="attachment_6638" align="aligncenter" width="430" caption="Los autos chatarra importados por disposición del gobierno mexicano agravrá la emisión de dióxido de carbo a la atmósfera."][/caption]
Se proyecta que el número de carros privados aumentará a una tasa anual de cinco por ciento con lo que la flotilla pasará de los 27 millones actuales, a más de 56 millones en 2030.
Por su parte, la economista del IIEc, Isabel Rueda, estimó que la regularización y legalización generará impactos en la economía, directamente en el área automotriz, autopartes, y empresas conexas.
Por ello, acotó, se debe imponer una verificación en el norte, para que las unidades que no reúnan los requisitos físicos y mecánicos sean rechazadas, pues su ingreso, además, afecta la competitividad mexicana, propicia la caída en las ventas de carros, y una mayor emisión de contaminantes.
Los autos ilegales y de importación dividen a los ciudadanos, entre quienes cumplen con sus obligaciones fiscales y los que lucran con estas actividades de contrabando y piratería automotriz, argumentó.
Las reglas
Se emitió un decreto para permitir la libre importación de automóviles usados, ligeros y pesados, de Estados Unidos y Canadá, con 10 o más años de antigüedad. Los vehículos deberán contar con un certificado de origen, expedido por las armadoras de sus países.
No se podrán introducir autos que tengan restringida la circulación por sus características físicas o cuestiones ambientales, o que posean reporte de robo. Una persona adquirirá solamente un carro cada 12 meses y de lo contrario, deberá registrarse como compañía importadora.