Ciudadania Express
Martes 07 de julio, 2009. 12:50 pm

La tecnología en el arte, alejada de dilemas morales

| | 727 lecturas | 0 comentarios

Por José María DE LA FUENTE/Conaculta

 

Oaxaca, México.- Para los seis artistas participantes en la plenaria Arte y ciencia, de la biología al software y de regreso, realizada en el marco del foro Prisma, el uso de la tecnología en el arte, está alejado y desvinculado de los dilemas morales y rechazaron que se pretenda valorar el trabajo artístico a partir de la visión judeo cristiana del bien y del mal.

 

Reunidos en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, Bilwa Costa (Estados Unidos), J. Milo Taylor (Reino Unido), Robin Meier (Francia/Suiza), Carlos López Charles (México), Georg Hobmaier (Austria) y Phillipe Baudelot (Francia), analizaron diversos aspectos relacionados con la tecnología y su aplicación en las artes.

 

[caption id="attachment_18219" align="alignleft" width="150" caption="Tecnología y arte desde la visión de los artistas en PRISMA"]Tecnología y arte desde la visión de los artistas en PRISMA[/caption]

En el marco de este diálogo intercultural, el semiólogo francés Phillipe Baudelot refirió que en la tecnología tenemos dos conceptos tecnia (técnica) y logos (estudio), pero que cuando conectamos a logos con la ideología la llevamos hacia el terreno de la política. Sin embargo, reconoció que eso no tiene un sentido negativo en sí mismo, pues lo realmente importante es cómo y para qué se utiliza la tecnología.

 

 

 

 

 

 

“Yo me he desempeñado como promotor de arte tecnológico durante más de 20 años y en repetidas ocasiones, la gente me ha dicho cosas como ‘estás matando, destruyendo el cuerpo del bailarín’. Lo mismo sucedió cuando surgió el cine –un adelanto tecnológico aplicado al arte–, se decía que iba a matar al teatro y bueno, ahí sigue incluso en pleno resurgimiento. Creo que es difícil decir qué, en la técnica misma, puede ser bueno o malo”, expresó.

 

Sobre este punto, el músico estadounidense Bilwa Costa, se dijo ajeno al dilema moral del uso de la tecnología en el arte. “Yo la uso y conforme ha progresado, me doy cuenta de los muchos beneficios y lo práctico que ha resultado para mí. Antes cargaba mucho equipo para producir sonidos; hoy lo hago únicamente con mi lap top. En términos morales, existe la tecnología y la visión judeo cristiana del bien y el mal que en el arte no aplica, pues hacemos uso de la interacción física entre tecnología e intelecto”.

 

Para el británico J. Milo Taylor Milo Taylor, la tecnología también es un ente económico y social, que muchas veces se desarrolla totalmente desconectada del mundo en el que se va a insertar. Por ello, consideró importante articular todos estos elementos y analizar la forma en que las personas se identifican con la tecnología.

 

“No quiero decir que los artistas no se concecten con la tecnología. Pero tenemos que distinguir entre cuál es la herramienta y cuál nuestro objetivo, porque a veces se confunden Tenemos que ver al arte en el que se usa la tecnología como un objetivo, como una meta y no como un medio”, resaltó.

 

El austriaco Georg Hobmeier, quien fungió como moderador de la sesión, advirtió que hay una línea fatal de desastre, relacionada con la obsesión por reproducir lo humano. Recordó que ha sido así desde hace más de dos mil años y que en el siglo XVIII la gente estaba convencida de que pronto se podría reproducir la mecánica del cuerpo y por tanto dar vida a las cosas. Luego, en el siglo XX, llegamos más allá, al pensar que la computadora podía emular o ser como el cerebro.

 

Ese malentendido, a su juicio, llevó al colapso de la inteligencia artificial al intentar crear algo similar al cerebro. De haberse logrado, sería como un robot. “El problema es mucho más complicado, pues el cerebro no es un lugar de almacenaje como el disco duro de una computadora”.

 

“Hasta ahora las computadoras han sido bastante tontas en cierta medida –destacó–, porque no saben hacer las cosas si uno no les dice cómo, están aisladas de un sistema biológico. Estamos en un momento en que podemos ver que la computadora nunca será como un cerebro humano, a pesar de que la biología está presente en el diseño de las computadoras y del software”, puntualizó.

 

Carlos López Charles, en representación de nuestro país, manifestó un cierto hartazgo y conminó a volver a lo básico, porque “ya tenemos demasiadas opciones, estamos abrumados, a esto hemos llegado con la tecnología”.

 

A lo largo de la sesión se discutió sobre diversos temas y pocos los acuerdos a los que se llegó. Al inicio, se buscó consensuar una definición de tecnología con poco éxito.

 

Para Bilwa Costa se trata de una definición móvil cuyos componentes cambian constantemente, un paradigma que cambia y al que tratamos de significar a partir de la Revolución Industrial y después en un entorno electrónico.

 

Como buen semiólogo, Phillipe Baudelot la caracterizó como la ciencia de las técnicas, su definición más genérica e insistió en que “todo esto nos lleva a una ideología”. Y a manera de ejemplo, recordó que los romanos conocían muy bien la mecánica, pero sólo la usaban para el teatro, las artes, los rituales y la guerra. Ahora sabemos que en esa época pudieron inventar máquinas para producir bienes como los que se hacen actualmente, pero ellos no pudieron imaginar lo que podían hacer.

 

En su opinión, resulta peligroso hablar de las tecnologías porque lo que realmente cambia es el uso de las técnicas y la manera en que las entendemos y utilizamos. “En este sentido, considero que debemos ser más precisos para poder entender la manera en que el artista puede utilizar las tecnologías”.

 

En este punto, Carlos López Charles, quien trabaja en un centro de música y tecnología, en concordancia con lo dicho por Baudelot, señaló que para él la tecnología son las herramientas que utilizamos para lograr nuestros objetivos y también la metodología que empleamos para cumplir una meta.

 

Georg Hobmaier se remitió a la Wikipedia , donde se define a la tecnología como un híbrido entre la herramienta y su uso; lo que también pude incluir el uso y el desarrollo de la herramienta. Por lo tanto, juzgó que ahí entra el proceso imaginativo del hombre para crearla, entonces la herramienta y todas sus manifestaciones, adquieren ese vínculo con el concepto de desarrollo.

 

Para el representante franco-suizo, Robin Maier, la tecnología es relevante únicamente cuando se aplica a un proyecto específico; pues lo importante es cómo y por qué se aplica.

 

Prisma es un foro internacional en donde artistas, promotores, curadores, críticos, investigadores, académicos y organizaciones de todo el mundo, se reúnen para pensar el arte desde dentro y reimaginar nuestro mundo.

 

Las actividades del foro Prisma continuarán desarrollándose hasta el 12 de julio en las instalaciones del Centro Nacional de las Artes.

 

 

www.ciudadania-express.com