Vidal Pineda VÁSQUEZ
Santa María el Tule, Oaxaca.- A más de 2 mil años de existencia, el árbol del Tule, una de las maravillas oaxaqueñas que enorgullecen a todo el país, ha logrado superar las embestidas de la irracionalidad humana y los desastres naturales que han puesto en peligro su vitalidad, sin embargo; actualmente la creciente urbanidad es su principal amenaza.
[caption id="attachment_29275" align="alignleft" width="300" caption="El milenario árbol de El Tule en riesgo latente"][/caption]
Este colosal ser vivo de más de 550 toneladas de peso y 42 metros de altura, actualmente está severamente afectado por la gran urbanización que en esta población se ha gestado con el paso de los años, a decir de uno de los integrantes del comité “Mi amigo el árbol”, este factor y al daño que se le ha hecho a los recursos naturales son su principal amenaza.
“En términos generales, la tremenda urbanización y el daño que se le ha venido haciendo sistemáticamente a los recursos naturales han hecho que el lugar donde se encuentra el Tule cada vez tenga menos agua, recordemos que es un árbol que toma agua del subsuelo y las capas de cemento impiden su captación de agua”.
Reconociendo al árbol como un ser “excepcional” que, relativamente solo, ha vivido más de 2 mil años defendiéndose de las inclemencias del tiempo, el representante del comité señaló a pesar de la fortaleza que aún conserva, los oaxaqueños no podemos dejar que siga así, pues “Ya no puede, porque sus condiciones de vida, aunque actualmente está bien, no cabe duda que el tiempo pasa, y los seres vivos vamos perdiendo facultades de defensa para nuestra calidad de vida y esos 2 mil años de existencia significan muchísimo”.
[caption id="attachment_29276" align="alignright" width="300" caption="El ahuhuete con 2 mil años de vida, es ícono de la biodiversidad de Oaxaca"][/caption]
Fue en 1994 cuando el comité “Amigos del árbol” se funda con la finalidad de salvaguardar al Tule, el árbol más grande del mundo, Patrimonio de México y de la Humanidad, preservando el ambiente en el cual vive y protegiéndolo de los peligros que proceden del desarrollo urbano y de la contaminación de las aguas y del suelo.
Con la ayuda de especialistas, los integrantes de este comité y los habitantes de Santa María el Tule, se han mantenido trabajando para el cuidado del majestuoso árbol que, entre sus ramas, deja ver un universo de formas que recobran vida a la vista del espectador local, nacional o extranjero que lo visita.
Es importante reconocer también el trabajo de los habitantes de Santo Domingo Tomaltepec, y Tlalixtac de Cabrera, comunidades que con sus terrenos forestales favorecen la vida del árbol pues, son los principales captadores naturales de agua que alimentan subterráneamente al titán oaxaqueño.
Sin embargo, a decir del entrevistado, el cuidado del árbol no sólo es responsabilidad de estas personas, sino de toda la comunidad oaxaqueña pues, el cambio climático que afecta a todo el planeta pone en riesgo al único ser vivo en el mundo que a sus 2 mil años come, respira, se mueve y procrea.
“En lugar de tener diferencias entre las personas, lo que debemos de hacer todos es cerrar filas a favor del árbol del Tule, debemos de trabajar en función de él porque es una responsabilidad como Oaxaqueños”, puntualizó.
Cabe señalar que una de las leyendas que giran en torno a la vida del Tule dice que hace más de 2,000 años unos líderes de las antiguas poblaciones tuvieron una junta en ese lugar. Al terminar, decidieron separarse en 4 grupos cada uno de los cuales se dirigió hacia un diferente camino en direcciones opuestas. Para reconocer la dirección de sus caminos, plantaron en la dirección de los 4 puntos cardinales unos ahuehuetes y, grande Tule de Santa María del Tule es uno de ellos.