UAM /Ciencias Sociales
Oaxaca. México.- La modernización y metropolización de las ciudades en América Latina (AL) ha ocasionado grandes desigualdades en la calidad de vida de la población, que la planeación territorial no ha sido capaz de resolver, señaló el doctor Rafael López Rangel, profesor-investigador del Departamento de Teoría y Análisis de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Estas diferencias, opinó el académico de la Unidad Xochimilco, se expresan en grandes espacios con carencias de todo tipo, mientras que otros poseen todos los satisfactores.
[caption id="attachment_17832" align="alignleft" width="300" caption="La metropolización y moderinzación profundizan la brecha de la desigadad en las ciudades"][/caption]
Para el investigador esta heterogeneidad en la calidad de vida es el problema fundamental de ciudades como México, ya que dentro de este mosaico de diferencias, la mayor parte de la población se encuentra marginada.
López Rangel especificó que no basta con que una urbe sea competitiva, también debe ser equitativa en la distribución de la riqueza que genera, ya que ello proporcionaría una mejora en la calidad de vida de su población.
La fragmentación territorial, política, económica, cultural, tecnológica y de infraestructura es un fenómeno que asemeja a ciudades de AL; así como el crecimiento anárquico, que tiene su origen en la falta de líneas de planificación territorial y urbanística unitarias.
Para atender y solucionar la problemática vinculada con el fenómeno metropolitano es necesaria la investigación colectiva y transdisciplinaria, por lo que especialistas de la UAM y de la Nacional de General Sarmiento, en Argentina, firmaron -desde 2007- un convenio binacional para realizar estudios sobre planeación territorial en las metrópolis de México y Buenos Aires.
El acuerdo servirá también para consolidar relaciones académicas que permitan tener una trascendencia latinoamericana, mediante la formación de una red de estudios metropolitanos en la región.
López Rangel, coordinador del proyecto en México, enfatizó que la parte nodal de esta investigación se encuentra en la aplicación de la teoría de los sistemas complejos, como método de abordaje de la problemática de las metrópolis.
Esta nueva dimensión, aclaró, rebasará los análisis sectoriales y logrará exámenes integrados que proporcionarán la información de todos los procesos –económicos, sociales, políticos, ambientales, tecnológicos, culturales y de sustentabilidad– que componen la realidad de una metrópoli y que dentro del análisis convencional no se toman en cuenta.
Todos estos procesos se influyen entre sí, cada uno tiene su valor, se transforman e interdefinen de manera mutua, por ello tener suficiente conocimiento sobre ellos y su relación con los otros, permitirá generar estrategias de intervención en el sistema que conforman, precisó.
El académico indicó que el grupo binacional que desarrollará la investigación está convencido de que para concretar la construcción de una teorización general de los procesos de diseño urbanístico, es necesario realizar una tarea epistemológica de gran envergadura.
Labor que los coloque, prosiguió, en el campo cognoscitivo del pensamiento complejo, sólo así puede enfrentarse la también intrincada problemática contemporánea, en la que ya no es posible asumir los paradigmas de simplicidad para caracterizar el diseño y su vinculación con la sociedad y la naturaleza.
Con esta metodología común, investigadores argentinos y mexicanos efectúan el diagnóstico inicial de la situación de ambas ciudades, develan la historia de su planeación y sus avances metodológicos en el devenir histórico, identifican los problemas fundamentales y desentrañan sus causas, analizan cómo y con qué voluntad política se intervienen los procesos para resolver los problemas territoriales y plantean soluciones viables para ejecutarlas con políticas públicas específicas.
Académicos de las licenciaturas en Planeación Territorial y en Arquitectura de las Unidades Xochimilco y Azcapotzalco, así como alumnos de servicio social de ambas carreras y del Posgrado en Ciencias y Artes para el Diseño, forman parte del equipo de esta investigación, financiada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).