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Oaxaca, México.- El impulsor de la agricultura moderna en México y el mundo Norman Borlaug, quien obtuvo además Premio Nobel de la Paz en 1970, murió la noche del sábado en su casa de Dallas, Texas, a los 95 años de edad.
El científico estadounidense falleció poco antes de las 23:00 horas de este sábado por complicaciones de cáncer informó su familia a través de la oficina de prensa de la Universidad de Texas A&M, una de las múltiples instituciones académicas con las que colaboró como profesor e investigador.
[caption id="attachment_26888" align="alignleft" width="200" caption="Norman Borlaug y sus aporte a la agricultura en países del terce mundo"][/caption]
Borlaug es considerado el padre de la Revolución Verde, el conjunto de técnicas agrícolas que generaron cultivos de alto rendimiento en la década de los sesentas y setentas y provocaron uno de los mayores logros alcanzados en la historia de la agricultura en el mundo.
El científico, que realizó una buena parte de sus investigaciones en México, llego a ser considerado por muchos como el ser humano que más vidas ha salvado en la historia del planeta por haber multiplicado la producción de trigo y otros granos y haber dado con ello de comer a múltiples naciones.
Un libro sobre Borlaug publicado en el 2006 titulado "El Hombre que Alimento Al Planeta", estima que el científico nacido en el estado de Iowa en 1914, salvó de la hambruna a unos mil millones de personas.
Bourlag recibió el Premio Nobel de la Paz en 1970, en el único caso en que se abrió una "ventana" en la historia de este reconocimiento para que un investigador agrícola fuera premiado.
Alfred Nobel no especificó un premio para quienes destacaran en agricultura o en producción de alimentos, por lo que el comité a cargo lo reconoció con el Nobel de la Paz.
Borlaug recibió un doctorado en patología y genética de las plantas en 1942 por la Universidad de Minnesota y comenzó a trabajar para el Servicio Forestal de Estados Unidos, pero luego fue invitado a realizar investigaciones sobre trigo en México.
En una entrevista en diciembre de 2004, Borlaug destacó el significativo papel que México desarrollo para que se diera la Revolución Verde.
[caption id="attachment_26889" align="alignleft" width="300" caption="El científico estadounidense de pie con estudiantes mexicanos en 1864:Foto: Fundación Rockefeller"][/caption]
Borlaug llegó a México en 1944 invitado por la Fundación Rockefeller y el gobierno de ese país para ayudar a agricultores pobres a mejorar la producción de trigo.
Sus investigaciones provocaron que la producción de este cereal se multiplicara en México.
El país pasó de importar la mitad del trigo que consumía a alcanzar la autosuficiencia en 1956 y comenzar a exportar hasta medio millón de toneladas a principios de los sesentas.
En 1963, el gobierno de México y la Fundación Rockefeller, crearon el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y Trigo (CIMMYT) para consolidar los resultados de su programa original de fomento a la producción y esparcir por el mundo el desarrollo de las nuevas tecnologías.
Borlaug, quien fue nombrado director de Programa de Mejoramiento de Trigo del CIMMYT, llevó entonces sus técnicas agrícolas a Pakistán y a la India, países que en 1965 estaban al borde de la hambruna.
Toneladas de semillas de las variedades mexicanas de trigo, con nombres como Yecora, Yaqui y Vicam, fueron embarcadas rumbo a Asia.
[caption id="attachment_26890" align="alignleft" width="296" caption="El Premio Nobel de la Paz 1970"][/caption]
Las nuevas semillas permitieron que en sólo cinco años Pakistán casi duplicara su producción anual de trigo al pasar de 4.6 millones de toneladas en 1965 a 8.4 millones en 1970 y alcanzara su autosuficiencia en este cereal.
Por su parte, la India incrementó su producción de 12.3 millones de toneladas en 1965 a 20 millones de toneladas en 1970.
Los trigos mexicanos pasaron de Pakistán y la India a China, Turquía, la ex Unión Soviética, Israel y a otras naciones, generalizando entonces la Revolución Verde.
Borlaug, mantuvo una estrecha relación con México hasta su muerte, al pasar varios meses cada año colaborando con el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y Trigo ubicado en la comunidad de Texcoco, en el estado de México.
Durante los últimos 19 años de su vida, Borlaug estuvo inmerso en generar cambios en Africa, la única región del mundo donde el crecimiento de la población supera al incremento de la producción agrícola y donde soñaba repetir los logros agrícolas alcanzados en Asia.
Borlaug recibió además del Premio Nobel, decenas de importantes reconocimientos, entre los que destaca la Medalla Presidencial de la Libertad, La Medalla de Oro del Congreso y el Premio Padma Vibhushan, el más alto galardón otorgado por India a un extranjero.