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Oaxaca, México.- El Consejo General del IFE aprobó por unanimidad que la propaganda electoral que utilizarán los partidos políticos durante las precampañas y campañas en los próximos comicios federales se impriman en materiales biodegradables.

Informó que las nuevas mamparas, urnas o cajas de paquetes electorales que se usarán en las más de 140 mil casillas que se instalarán en todo el país serán fabricados con dicho material, y mucho del que se empleará en la contienda del 5 de julio proviene de comicios pasados.

El consejero Marco Antonio Baños dijo que partidos, coaliciones, precandidatos y candidatos están obligados a pedir a sus proveedores los certificados de calidad de la resina con la que se elaboraron los termoplásticos, los cuales deberán remitir a la Secretaría Ejecutiva del instituto.

Además, la propaganda electoral deberá precisar las características, a fin de que al término de la contiende se facilite su reciclado.

[caption id="attachment_6354" align="aligncenter" width="160" caption="La ciudadania deberá exigir el reciclaje de la propaganda electoral a los partidos"][/caption]

Baños Martínez señaló que dado que el 31 de enero inician las precampañas, seguramente muchos partidos ya llevaron a cabo algunas contrataciones o adquisiciones, por lo que se introdujo un artículo transitorio al proyecto de acuerdo para no hacer nugatorio el espíritu de la reforma.

"Es sumamente importante que a partir de estos comicios el instituto exigirá el uso de plástico reciclable o termoplásticos para las precampañas y campañas", anotó el también presidente de la Comisión de Organización Electoral.

En su oportunidad, la representante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ante el Instituto Federal Electoral (IFE), Sara Castellanos, aplaudió la determinación de eliminar al máximo la llamada "basura electoral".

Ejemplificó que durante los comicios de 2000, el gobierno federal gastó 10 millones de pesos para retirar de la vía pública casi 48 mil 302 toneladas de propaganda. En ciudades como Guadalajara la cifra llegó a tres mil toneladas, y en Monterrey a cuatro mil.

Para 2003, se generaron 78 mil toneladas de basura electoral, según cifras de la Dirección General de Servicios Urbanos, lo que representó casi el doble de lo registrado en el año 2000, y para 2006 la cantidad aumentó 22 por ciento.

Castellanos consideró sin embargo que no servirá de nada que se reutilice material y al final se mezcle con la basura orgánica o no reciclable, porque terminará simplemente como "basura electoral".