UAM/Economía

Oaxaca, México.- A finales de este año el tipo de cambio rondará en 15 pesos por dólar debido a las presiones devaluatorias contra el peso, situación ocasionada, entre otros factores, por la reducción de las remesas provenientes de Estados Unidos (EU), que son enviadas por nuestros connacionales.

  El doctor Juan Froilán Martínez Pérez, profesor-investigador del Departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), también alertó que se tiene una fuerte afectación en las exportaciones nacionales en virtud de la recesión económica en EU, lo cual redunda en una menor disposición de divisas.

  El académico de la Unidad Azcapotzalco indicó que de acuerdo con datos del Banco de México para el primer trimestre de 2009 se registró un ingreso de 5,476 millones de dólares, que significa una caída de cinco por ciento comparado con el mismo periodo de 2008.

El docente destacó que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de 2004 a 2005 las remesas pasaron de 18 mil millones de dólares a 21 mil millones y llegaron al tope máximo en 2007 cuando ascendieron a 26 mil millones de dólares, pero para 2008 se redujeron a 25 mil millones dólares, mientras que este año la baja en las remesas será de siete por ciento respecto a 2008.

  Un aspecto significativo es que hasta 2007 se observó el pico más alto de los recursos del exterior provenientes de Estados Unidos, pero a partir del año pasado la declinación es clara en virtud de la crisis económica mundial y particularmente por la disminución en el crecimiento de la economía estadounidense.

  Ante la grave recesión en EU y la caída del empleo “es complicado que nuestros connacionales encuentren trabajo en aquel país”, razón por lo cual no se avizora que los recursos del exterior reviertan su caída en el mediano plazo; este problema prevalecerá en el año 2010, pues no hay señales de una recuperación de la economía del vecino país.

  El investigador señaló que el primer efecto de la caída de las remesas es la pérdida de la liquidez del sistema financiero, lo cual causa de inmediato presiones devaluatorias contra el peso, como sucedió la semana pasada, cuando el dólar llegó a casi 14 pesos y tuvo que intervenir el banco central para inyectar dólares, con lo cual evitó una mayor depreciación.

  Otro aspecto es la dimensión social de este escenario, puesto que los receptores de las remesas son las familias más pobres de México, que destinan estos recursos para el consumo cotidiano y con ello complementan sus ingresos, así que la baja de las remesas afecta en forma significativa su precaria situación de vida.

  Martínez Pérez consideró que ante el impacto social por esta situación, el gobierno tiene la obligación de fortalecer los programas sociales, pues de no ejecutarse acciones que sustituyan la falta de ingresos, las consecuencias sociales serán mayores.

  En opinión del especialista en temas de economía internacional, las mayores restricciones para cruzar la frontera norte de México y la falta de empleo especialmente para los inmigrantes en EU, hace que el futuro para la población que no tiene empleo en México sea aún más complicado que hace unos años, cuando cruzar la frontera norte resultaba en una opción para los desempleados.