UAM/Economía
Oaxaca, México.- La recesión económica mundial ha impuesto condiciones laborales cada vez más desfavorables, que han transformado los procesos de inversión productiva en especulativa, y se avizora una crisis alimentaria mundial por la baja en las reservas internacionales de cereales, sostiene el doctor Luis Kato Maldonado, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
[caption id="attachment_21190" align="alignleft" width="275" caption="La especulación económica agudizará la crisis alimentaria"][/caption]
En el artículo “Crisis financiera y alimentaria” publicado en el libro Recesión capitalista, privatizaciones y movimientos sociales, editado por esta casa de estudios, el académico del Departamento de Economía de la Unidad Azcapotzalco examina las causas de la recesión económica, el comportamiento del mercado financiero, la situación de las materias primas y la crisis alimentaria.
Informa que Canadá y EU controlan 20 por ciento de la producción mundial de fertilizantes y los países desarrollados son los principales exportadores de productos agrícolas.
La crisis financiera que se produjo justo después del incremento de los precios alimentarios, que condujo al hambre y la pobreza a otros 75 millones de personas, puede agravar la situación de los pobres en los países en desarrollo.
Kato Maldonado sostiene que se ha registrado una disminución de las reservas de cereales a nivel mundial, lo que ha conducido a un nuevo ciclo de precios altos en este año.
Señala que hasta antes de la crisis financiera se discutía la posibilidad de que el mundo enfrentara una crisis alimentaria, en ese momento las causas se ubicaban en el crecimiento acelerado de los precios del petróleo, lo cual impactaba en los principales insumos del modelo de producción agroindustrial que controla el precio de fertilizantes, insecticidas, pesticidas y gasolinas.
[caption id="attachment_21191" align="alignleft" width="300" caption="Comienzan a bajar las reservas de cereales a nivel mundial"][/caption]
Un dato importante es la reducción de las reservas mundiales de alimentos, así como las catástrofes naturales provocadas por el cambio climático, situación que llevó a la emergencia alimentaria a 25 países de África, 11 de Asia y el cercano Oriente, dos de América Latina y uno de Europa.
Las crecientes crisis alimentarias se manifiestan porque los incrementos en los rendimientos agrícolas se concentran en las economías centrales, es decir, en los países desarrollados, cuyas políticas controlan la tecnología agrícola, dominan el mercado de fertilizantes y agroquímicos, así como el de semillas mejoradas, además de que poseen el control de las cadenas de distribución mundial de alimentos.
Para el investigador el éxito del modelo neoliberal consistió en una acumulación sin precedente del excedente económico mundial, mediante la forma de capital dinerario que posibilitó su movilidad a lo largo y ancho del planeta, sin tener que invertir en capital productivo y con ello mantener la tasa de explotación de la fuerza de trabajo mediante la plusvalía relativa.
En este escenario la supremacía financiera fue un instrumento de la flexibilización laboral que garantizó el aumento de la explotación. “El trabajador se convirtió en un cliente agobiado por deudas debido a la expansión de las ‘finanzas personales’ que se concretó en la facilidad de obtener créditos por parte del sistema financiero”, puntualizó el investigador.
En su artículo Kato Maldonado alerta que de no existir una respuesta social por parte de los trabajadores para frenar los procesos de capitalización de los grandes conglomerados financieros, los gastos sociales se reducirán drásticamente por varias décadas, impactando de modo pernicioso en los niveles de vida de la población mundial.