De la REDACCIÓN
Oaxaca, México.- El Instituto Municipal de las Mujeres, demandó el respeto al derecho constitucional de la libertad de las mujeres para actuar, pensar y decidir que ha sido vulnerado con la aprobación a la reforma del Artículo 12 de la Constitución del Estado de Oaxaca y que representa un retraso para la vida democrática en la entidad.
A continuación el texto integro del pronunciamiento que realiza la titular de ese organismo dependiente del Municipio de Oaxaca de Juárez.
AL PODER LEGISLATIVO DEL ESTADO DE OAXACA
AL PODER EJECUTIVO DEL ESTADO DE OAXACA
AL PODER JUDICIAL DEL ESTADO DE OAXACA
AL PRESIDENTE DE LA COMISION ESTATAL PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS.
A LA OPINION PÚBLICA
En mi carácter de Directora General del Instituto Municipal de las Mujeres del Municipio de Oaxaca de Juárez, a raíz de la reciente reforma al artículo 12 de la Constitución Política del Estado de Oaxaca en la que se protege y garantiza el derecho a la vida desde el momento de la concepción, lo cual implica que cualquiera que la viole será castigada, representa además un retraso para la democracia. Por tal motivo, me permito hacer los siguientes:
CONSIDERANDOS:
1) Que los derechos humanos se fundan en el respeto a la igual dignidad de las personas.
2) Que la dignidad humana se basa en la capacidad de toda persona para elegir y decidir sobre su propia vida.
3) Que los derechos civiles enunciados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, amparan y protegen un ámbito de decisión individual, libre, en el que cada persona puede ejercer su juicio, definir sus convicciones, escoger su modo de vida, sin la imposición ni la interferencia de nadie.
4) Que la dignidad humana exige que se respete por igual la conciencia y la libertad de toda persona, lo que significa que nadie puede decidir por otra(o) ni imponerle sus convicciones, aunque lo hiciera de buena fe.
5) Que dentro de la ley, todas(os) tenemos el derecho y el deber de decidir el modo de organizar nuestra propia vida, incluso si esas decisiones son, a juicio de otras(os) equivocadas o perjudiciales para nosotras(os).
6) Que las restricciones de la libertad se han justificado, con frecuencia, a lo largo de la historia, apelando a la utilidad, el bienestar, la conveniencia o la salvación de las almas, pero siempre se trata de argumentos de autoridad.
7) Que estos derechos deben ser amparados y protegidos por el Estado. No dependen de la buena voluntad de nadie, sino de la organización del poder político. Son derechos fundamentales que establecen límites imperativos al Estado y al resto de las instituciones sociales.
8) Que no hay democracia sin libertad de conciencia, de expresión y de asociación. La democracia implica que todos puedan pensar, escoger y decidir entre opciones distintas. Las decisiones mayoritarias tienen límites: no pueden suprimir la libertad, la igualdad o la privacidad, porque en ellas se funda la democracia.
9) Que el problema del aborto inseguro o clandestino ha sido reconocido por las conferencias internacionales del El Cairo y Beijing como un problema de salud pública.
10) Que el derecho a decidir el número y espaciamientos de los hijos, se encuentra garantizado en el artículo 4º. De la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
11) Que penalizar el aborto no termina con el problema, solo lo vuelve clandestino y genera otros y muy graves problemas de justicia social y de salud pública.
12) Que las mujeres mexicanas y oaxaqueñas que no cuentan con recursos económicos para pagar un hospital y abortar en condiciones seguras, mueren por practicarse abortos clandestinos en lugares insalubres y en manos de personas no calificadas.
Por todo lo anteriormente mencionado y en virtud de que se trata de derechos fundados en el principio de libertad, manifiesto el siguiente
PRONUNCIAMIENTO
Cuando la jerarquía de las iglesias y la sociedad conservadora dicen que se debe defender la vida del ser en gestación antes que la vida de las mujeres, está diciendo que las mujeres debemos aceptar el sacrificio, que nuestros intereses, deseos y sentimientos no deben ser tomados en cuenta, que no somos agentes morales capaces de tomar decisiones y que nuestro deber es ser receptáculos de la procreación, aun en contra de nuestro deseo.
La Iglesia institucional reconoce en su Declaración del Aborto de 1974, que ni la teología, ni la ciencia pueden sustentar y determinar en qué momento del desarrollo embrionario se puede hablar de “una persona”, por lo tanto son sujetos de derecho únicamente las y los ciudadanos nacidos vivos.
Cuando vemos que estas posiciones determinan la actitud de las y los legisladores que promovieron y aprobaron esta reforma, nos preguntamos cuanto camino queda por recorrer todavía para que sean consecuentes con el Estado laico y asuman la responsabilidad que tienen de legislar para una sociedad plural como la oaxaqueña, sobre todo para que entiendan que sus posiciones morales y sus creencias religiosas no deben influir en su labor pública. Porque seguramente lo saben, aprueban a espaldas de la sociedad, modificaciones a nuestras leyes, sin tomar en cuenta a las directamente afectadas.
La construcción de la política pública se debe hacer con la ciudadanía a la que representan, a través del dialogo para llegar a acuerdos a partir del consenso pero también del discenso y entonces sí podremos hablar de una verdadera democracia.
Repruebo las agresiones que el personal de seguridad del Congreso Local propinó al grupo de mujeres de diferentes organizaciones sociales que acudieron a manifestarse en contra de esta reforma que viola los derechos y garantías individuales protegidas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que en la jerarquía de las leyes, es ley suprema y está por encima de cualquier ley local.
Solicito finalmente, con todo respeto, a las y los señores Diputados de la LX Legislatura Local derogar dicha modificación que a todas luces, es anticonstitucional, violatoria de los acuerdos internacionales firmados por nuestro País y sobre todo viola los derechos humanos de las mujeres Oaxaqueñas, quienes representamos mas de la mitad de la población a la que ustedes “representan”.
Atentamente.
SYLVIA L. BUSTAMANTE ARREOLA
Directora General