Por Lilia TORRENTERA G.
Oaxaca, México.- El gobernador Ulises Ruiz Ortiz, afirmó que esperará que la Procuraduría General de la República (PGR) tome en cuenta la investigación realizada por la Real Policía Montada de Canadá sobre el homicidio del camarógrafo estadounidense, Brad Will.
En entrevista expuso que su gobierno no ha tenido nada que ver con las investigaciones realizadas tanto por la PGR como por otras instancias judiciales, como fue el caso del gobierno de Canadá, por lo que “con base en lo que determinen yo voy a respetar el fallo”.
Indicó que al parecer las investigaciones realizadas hace quince días por el cuerpo de peritos canadienses, confirman que la muerte de Brad Will se realizó a “quemaropa” e insistió que serán las instancias judiciales a nivel federal las que determinen
Investigación realizada por la policía de Canadá
Este día el diario Milenio, dio a conocer que en un informe de la Real Policía Montada de Canadá, fechado el 17 de julio, confirma que el videorreportero estadunidense Brad Will, asesinado el 27 de octubre de 2006 cuando cubría el conflicto social en Oaxaca, murió a causa de dos disparos producidos a corta distancia por un tirador ubicado a la derecha de la víctima, conclusión que derrumba la tesis de que las detonaciones provinieron de una distancia de hasta 50 metros.
El documento —elaborado a petición de la Procuraduría General de la República por James Stephen, patólogo forense; Phil Ziegler, perito en armas de fuego y balística, y Gary Buerk, comandante del equipo de homicidios, los tres integrantes de la Real Policía Montada canadiense (equivalente a la Policía Federal mexicana)— concluye: “(el homicida) estaba parado (a una distancia de) entre 12.20 y 0.70 metros(de Will) cuando disparó el primer tiro. El tirador estaba parado frente a Will y hacia la derecha, fuera del ángulo de la cámara. No hubo rebote. El segundo disparo fue hecho poco después de que Will había caído al piso, mientras era cargado y antes de que fuera colocado en un vehículo” que lo trasladaría a una estación de la Cruz Roja.
Así, la investigación canadiense, cuya copia conserva MILENIO, convalida la versión de la Procuraduría General de la República de que el videorreportero estadunidense murió de tiros provenientes de una distancia corta.
Los resultados difieren también del análisis pericial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que concluyó que el videorreportero recibió dos tiros sucesivos de una misma arma, ambos hechos por la misma persona a una distancia de entre 35 y 50 metros.
Inclusive, la CNDH emitió el 28 de septiembre de 2008 una recomendación al procurador general de la República, Eduardo Medina Mora; al gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, y al Congreso de ese estado para que se investigaran irregularidades de funcionarios públicos sobre las averiguaciones del homicidio de Will.
El estudio de la defensoría estipuló que: a) se presentaron dos heridas por proyectil de arma de fuego; b) las dos balas proceden de la misma arma; c) fue un solo victimario; d) existen tres perforaciones por proyectil de arma de fuego en la playera, y e) los disparos fueron efectuados a una distancia de entre 35 y 50 metros.
Asimismo, el organismo reprochó a peritos de la PGR que “descartaran sin más que el disparo se haya realizado a más de 32 metros, aunque un tirador experto demostró que podía hacer blanco a esa misma distancia”.
El recuento
En el Análisis independiente del homicidio de Bradley Ronald Will en Oaxaca, México, el 27 de octubre de 2006, la Real Policía Montada recuerda que ese día Will videogrababa actividades de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) —la coalición de organizaciones que exigía la renuncia del gobernador Ulises Ruiz— en Santa Lucía del Camino, municipio perteneciente a la zona metropolitana de Oaxaca, en la región de los Valles Centrales, aledaña a la capital del estado.
Armando Calderón, ciudadano de Santa Lucía, viajaba a bordo de su vehículo cuando se topó con una de las barricadas que la APPO instaló en esa localidad, se bajó del automotor y comenzó a desmontarlas. Los activistas lo increparon y lo persiguieron. Calderón corrió al ayuntamiento para pedir ayuda. En tanto, simpatizantes de la asamblea incendiaron su auto. La columna de humo atrajo a los representantes de los medios, entre ellos a Will. Ciudadanos y appistas se enfrentaron con piedras, cohetes, bombas molotov y disparos, por lo que intervino la policía municipal sin vestir uniforme.
Un desconocido comenzó a disparar una pistola en el área de los simpatizantes de la APPO. Los appistas persiguieron al atacante, quien al parecer se ocultó en una casa ubicada en Juárez 311. En ese punto los opositores a Ruiz colocaron un camión de volteo a modo de barricada. Policías municipales llegaron al lugar pero se encontraron con el obstáculo del camión. En tanto, appistas y vecinos se enfrascaron en una balacera. Los uniformados comenzaron a disparar al aire para disuadir a la multitud. Will videogrababa resguardado en un camión de redilas, en la calle de Juárez, cerca de la intersección con la calle Árboles. Entonces recibió una herida de bala en su flanco derecho. El informe dice que existe controversia sobre en qué momento ocurrió el segundo disparo.
Las personas que se encontraban cerca de Will lo cargaron luego de ser baleado para colocarlo en un vehículo estacionado en Juárez y Árboles para llevarlo a una estación de la Cruz Roja. El automotor tuvo una avería, por lo que fue trasladado a otro vehículo. La víctima murió en el traslado. Ese mismo día se le practicó la necropsia.
El reporte canadiense incluye la hoja de vida de Brad Will, cuyo nombre era Bradley Ronald Will. “Era un ciudadano estadunidense. Trabajó como periodista independiente. Entró a México de manera ilegal a principios de 2006. Antes de establecerse en México realizó un trabajo independiente como reportero de conflictos guerrilleros en Centroamérica. Will estaba interesado en el movimiento de la APPO […] Will estaba videograbando actividad disidente en el Estado de México cuando conoció a Francisco Navarro, miembro de la APPO. Viajó a Oaxaca con Navarro. Cuando murió se encontraba hospedado en la casa de éste”.
Análisis policial
La policía canadiense considera en el informe que la investigación de la Procuraduría oaxaqueña fue insatisfactoria: “No se controló y aseguró el lugar de los hechos. Por esa omisión seguramente se perdieron valiosas evidencias. No se hicieron esfuerzos por aislar e interrogar a los testigos oculares de los hechos […] La autopsia también fue insatisfactoria. Se llevó a cabo de manera que probablemente dañó más que preservar la evidencia. Consideramos que de hecho se dañó la bala recuperada de la columna de Will. Dicho daño se realizó con mazo, cincel y pinzas. No consideramos que la bala haya golpeado en un blanco intermedio antes de impactarse sobre Will”.
El reporte indica que los dos disparos provinieron de la misma arma: el primer tiro ocurrió frente a él, fuera del ángulo de la cámara, en un rango mayor a 70 centímetros. El segundo tiro se produjo sobre el flanco derecho, mientras era trasladado en posición supina (tendido sobre el dorso) al vehículo que finalmente se averió, igualmente desde una distancia relativamente corta.
En el documento se manifiestan desacuerdos con “la perito de la CNDH, María de Lourdes Larrieta Carrasco, quien estudió las grabaciones de sonido estableciendo una diferencia de 0.166 segundos entre la detonación de la bala y el impacto sobre el cuerpo de Will. La velocidad del sonido no se utiliza en su cálculo”.
También destacan que la evaluación del video de Will antes de que recibiera el primer impacto no permite identificar al tirador. “Dicho video, así como también toda la película y fotografías disponibles han sido examinados exhaustivamente por varios investigadores obteniendo resultados negativos”. De ahí que concluyan que el tirador estaba de pie, fuera del ángulo de la cámara del periodista.
Los expertos mencionan que antes de que el videorreportero recibiera el tiro se observa en el video a un hombre embozado con un paliacate negro. Esa persona mira a Will, enseguida ve a alguien fuera del ángulo de la cámara y asienta. Con posteridad se identificó a ese individuo como Niguas, pero a la fecha no se ha podido localizar.
El sostén documental
Las conclusiones de la policía canadiense parten tanto del análisis de los reportes de la CNDH y Médicos por los Derechos Humanos como de una reconstrucción de los hechos llevada a cabo el 14 de julio de 2009 en Santa Lucía del Camino, Oaxaca.
Los investigadores canadienses trataron de reproducir la escena del crimen; sin embargo, reconocen en el escrito, “debido a la situación política al momento de nuestra visita no fue posible realizar una reconstrucción detallada del lugar de los hechos”.
Además mencionan que la playera que Will cuando su muerte “se encuentra actualmente como prueba en el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca. Se había planeado una visita a dicho tribunal para examinar la playera; sin embargo, manifestantes obstruyeron las instalaciones, por lo que no nos fue posible realizar visita a los tribunales”.
Igualmente precisan que los comentarios y las conclusiones se basaron en su evaluación a diversos materiales, como reportes de la PGR, videos, fotografías y pruebas –entre ellas las dos balas extraídas al videorreportero—, así como en entrevistas con personas involucradas en la investigación y testigos.
Los expertos canadienses expresan en su reporte: “Encontramos que la investigación conducida por la Coordinación de Servicios Periciales de la PGR fue llevada a cabo de manera competente desde el punto de vista técnico, teniendo considerable cuidado en ser precisos y tener un trabajo completo. Consideramos que la investigación fue llevada a cabo de manera imparcial, con la mente abierta a todas las teorías posibles. Las técnicas forenses modernas fueron utilizadas a lo largo de toda la investigación de la PGR”.
Fuente: http://www.milenio.com/node/257905
Esta conversación es moderada acorde a las reglas de la comunidad “Ciudadanía Express” . Por favor lee las reglas antes de unirte a ella.
Para revisar las reglas da clic aquí