Por Lilia Torrentera G.
Oaxaca, México.- Al conmemorarse hoy el Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía, es la Mixteca oaxaqueña, es la región que padece una erosión de sus suelos casi dramática que ha dejado a miles de campesinos “sin tierras para comer”.
A trece años de que la Organización de Naciones Unidas designó en 1994, el 17 de junio para concientizar sobre este grave problema ambiental que afecta en la actualidad afecta a más de 110 países y en el cada año, se pierden 6 millones de hectáreas de tierra productivas, la región Mixteca, la situación es preocupante.
[caption id="attachment_16529" align="alignleft" width="228" caption="La desertificación en la Mixteca"][/caption]Oaxaca, hasta el año pasado, 2 mil 644 hectáreas eran afectadas por la degradación de suelos, y es en la Mixteca en donde se registra la mayor perdida de terrenos.
Esta región que incluye también a los estados de Puebla y Guerrero, es una de las zonas más afectadas del país y del mundo, ya que por cada hectárea se registra una pérdida de 200 toneladas de tierra.
Se considera por parte del Instituto Nacional de Ecología, (INE) que de seguir este proceso, una superficie de más de 50 mil hectáreas, están en eminente riesgo de convertirse en áreas desérticas en un lapso no mayor de diez años.
A pesar de contar con 2 mil kilómetros cuadrados de posibles terrenos cultivables, las prácticas de roza, tumba y quema, ha degradado en un 70 por ciento esta superficie.
Aunado a ello, en el estudio realizado por Javier Sánchez, coordinador del Programa Integral de Agricultura Sostenible y Reconversión Productiva (Pastre), en la mixteca, desde el 2007, se pierde un milímetro mensual de tierra y que tardaría al menos un siglo para recuperarla.
Cultivos básicos como el maíz y el fríjol, son casi imposibles de cosechar, ya que las actividades agrícolas se topan con la sequía y aridez de la tierra, que ha su vez, sigue agudizando el fenómeno de la migración de los habitantes mixtecos.
[caption id="attachment_16530" align="aligncenter" width="300" caption="Mensualmente se pierde un milímetro de tierra en la mixteca oaxaqueña"][/caption]Aún cuando existe programas oficiales como de reforestación como ProÁrbol o creación de invernaderos de alta tecnología, aplicados por los gobiernos federal y estatal, lo cierto es que la Mixteca precisa de acciones conjuntas que revitalicen las actividades agropecuarias, la restauración de suelos, partiendo de las comunidades y no de un escritorio.
Contra la desertificación un loable trabajo comunitario.
En 2008, un campesino mixteco sorprendió a la comunidad internacional, incluso a los propios oaxaqueños, pues con 42 años de edad y un arduo trabajo comunitario de un cuarto de siglo, hizo realidad su anhelo para hacer reverdecer parte de la región mixteca y lo logró.
Tan fue así que en abril del 2008, Jesús León Santos, recibió el Premio Ambiental Goldman, considerado el Nobel Ecológico por haber hecho de su natal San Isidro Jaltepetongo, una población a 40 minutos de Nochixtlán y un puñado más de comunidades de la mixteca un oasis en tierras casi desérticas.
Con 25 años de trabajo comunitario y fundar el Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca (CEDICAM), un ejemplo de organización campesina en el que las decisiones se toma en colectivo y se trabaj con la inclusión de las mujeres, Santos León encabeza a un ejercito de mil 500 mixtecos de doce comunidades que se han dado a la tarea de restaurar tierras para atajar problemas como la migración que ha dañado severamente el tejido social y familiar de esta región oaxaqueña.
[caption id="attachment_16531" align="aligncenter" width="200" caption="Jesús León Santos y su Premio Ambiental Goldman 2008"][/caption]En el recuento de acciones, la CEDICAM ha logrado en este tiempo, reforestar más de mil hectáreas de terrenos con la siembra de un millón de árboles.
Ha impulsado la conservación de dos mil hectáreas de suelos además de realizar trabajos con el conocimiento ancestral y aplicación de técnicas modernas para proteger cinco mil hectáreas con terrazas y muros de piedra, con lo que se aumentó en un 50 por ciento la producción agrícola al lograr una mayor retención del agua y de la capa superior del suelo, que ha tenido incidencia en el desarrollo social, económico y ambiental de las comunidades involucradas en este proyecto.
Con los programas de agricultura sustentable, impulsados por León Santos y la CEDICAM, el fantasma de la desertificación, va desapareciendo, pues ahora los campesinos mixteco superan el aprovechamiento de tierras en un 80 por ciento, cuando hace 30 años era apenas del 25 por ciento.
Así con una visión de respeto a la naturaleza, se dejaron de utilizar fertilizantes y pesticidas para recurrir solo abonos naturales y siembra de variedades de semillas nativas, no transgénicas o industrializadas a la vez de realizar una labor educativa para propiciar el comercio justo, el consumo de alimentos locales y volver a la dieta indígena tradicional de la Mixteca.
Cada año, el modelo comunitario contra la desertificación de la CEDICAM cobra más adeptos tanto en la Mixteca, como en Oaxaca y el país, a grado tal, que después de haber sido galardonado con el Goldman 2008, Jesús León Santos viaja muy a menudo para dar a conocer su experiencia a nivel internacional, lo que le ha permitido gestionar apoyos importantes para consolidar su proyecto que vislumbro cuando tenia 18 años para lograr una vida con dignidad para los mixtecos.
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