El triunfo del PRI, no es indicativo para ganar la Presidencia en 2012

Oaxaca, México.- El reposicionamiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como primera fuerza política no indica que también obtendrá el triunfo en las elecciones presidenciales de 2012, ya que ha mostrado incapacidad para definir una candidatura unificadora, señaló el doctor Ricardo Espinoza Toledo, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El académico del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa indicó que una vez concluido el proceso de elecciones internas comienza la lucha por la Presidencia de la República y para el PRI lo fundamental será la definición de su candidato, lo que, sin embargo, “genera muchos conflictos” al tricolor.

Las dos derrotas que el PRI ha sufrido en las dos últimas elecciones presidenciales han estado relacionadas, entre otros factores, con la incapacidad de este instituto político para definir una candidatura unificadora, subrayó el doctor en Ciencia política.

Tras señalar que esta fuerza iniciará una etapa “en la que se encuentran sus mayores dificultades”, dada la cantidad de aspirantes, apuntó que las disputas internas han sido de tal magnitud que se han convertido en el mayor de los frenos para su participación en la elección presidencial.

[caption id="attachment_18225" align="alignleft" width="300" caption="El triunfor electoral 2009, no indicá que el PRI pudierán también ganar la eleccion presidencial"][/caption]

El investigador comparó el escenario de 2009 con el de 2003, cuando el tricolor venía de un proceso de reposicionamiento impresionante en elecciones locales y parecía el partido destinado a ganar; vinieron después los conflictos alrededor de la candidatura de Roberto Madrazo y este instituto político quedó en un lejano tercer lugar.

 

 

  La experiencia anterior muestra que para alcanzar el triunfo en 2012, tiene pendiente un tema fundamental y decisivo que es la conformación de una candidatura unificadora.

  Espinoza Toledo refirió que una de las conclusiones que pueden obtenerse terminado el proceso electoral es que el PRI superó la dispersión en la que lo dejó la campaña presidencial de 2006.

  En esa ocasión fue evidente la habilidad y capacidad de operación política de Beatriz Paredes, dirigente nacional de ese partido, para recomponer esa división y reencauzar los distintos grupos e intereses.

  El especialista en procesos políticos explicó que de acuerdo con los resultados de la elección de este domingo hubo un voto de castigo para el Partido Acción Nacional (PAN), el cual está vinculado con varios elementos como el deterioro económico del país; si bien la crisis tiene que ver con factores externos, se “castiga a la fuerza política que está en el gobierno”.

  La caída del PAN en esta elección se explica también por la equivocada estrategia seguida por su dirigente nacional, Germán Martínez, la cual no dio los resultados esperados, al centrarse en una crítica a los vicios del pasado del PRI.

  El docente afirmó que otro aspecto que también contribuyó al reposicionamiento del tricolor, tanto en la Cámara de Diputados como en las entidades donde se eligió gobernador, fue la división del Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuyo retroceso fue notable, al dejar espacios que fueron ocupados sobre todo por el PRI, tal es el caso de algunos municipios del Estado de México donde gobernaba el sol azteca.

  Este avance –dijo- se debe “no tanto a que el PRI haya obtenido una cantidad de votos  superior a su promedio en las elecciones internas, sino sobre todo a este regresión del blanquiazul y a la situación tan crítica por la que atraviesa el PRD.

  Por otro lado aseveró que si bien con sus 230 escaños el PRI no logra la mayoría absoluta en la Cámara “sí se encuentra cerca”, dada la alianza que estableció con el Partido Verde Ecologista, aunque esa fuerza política tiene su propia agenda y actúa de acuerdo con su conveniencia, sin importarle alianzas ni compromisos.

  Advirtió que ante el avance del PRI en cuanto a número de escaños, podría suponerse que el Partido seguiría una línea de acción de oposición encaminada a debilitar al gobierno; sin embargo, es un camino que no conviene a ninguna fuerza política.

  Hay una ruta constructiva que ese instituto político ha instrumentado desde el principio de la legislatura que es constituirse como un partido “bisagra”, que propone acuerdos y funge como elemento integrador con otros grupos parlamentarios, para definir la agenda legislativa, este fue uno de los elementos que permitió su reposicionamiento político.