Marcia FACUNDO/ BBC Mundo
Oaxaca, México.-Tras cerca de dos años refugiada en una iglesia de la ciudad de Chicago, Estados Unidos, la inmigrante mexicana originaría de Oaxaca, Flor Crisóstomo, abandonó este lunes el templo.
"Llegué a la decisión de salir de santuario para poder empezar lo que será la próxima etapa de mi activismo", explicó en un comunicado Crisóstomo, quien se refugió en la Iglesia Metodista Unida Adalberto, situada en el barrio de Humbolt Park de Chicago, en enero de 2008.
[caption id="attachment_31103" align="alignleft" width="300" caption="La migrante oaxaqueña Flor Crisóstomo, inicia otra lucga legal en EU"][/caption]
Esta madre de tres hijos se declaró en "desobediencia civil" al ignorar una orden de deportación en su contra.
Oriunda de Oaxaca, México, la inmigrante ingresó a EE.UU. por la frontera con Arizona en 2000. Primero residió en California y luego se trasladó a Chicago.
En su declaración escrita, Crisóstomo afirma que su salida del santuario le permitirá abogar de manera más eficiente por una reforma a las leyes migratorias de EE.UU.
"Ella tomó la decisión de que estando en la iglesia no tenía el mismo efecto que podría tener pasar a otra etapa de actividad fuera", le explicó a BBC Mundo Susana Sandoval, quien representa públicamente a Crisóstomo.
Sandoval agregó que "ella piensa que la decisión de meterse a otro lugar sería mejor para continuar la lucha por una justa y humana reforma inmigratoria".
La representante de Crisóstomo indicó que, aunque la inmigrante mexicana decidió abandonar el templo "ahorita tiene, desde 2006, una orden de deportación y por esa razón fue que se metió al santuario de la iglesia".
Inspirada resistencia
"Mi resistencia está inspirada en la situación que vivimos a diario más de 12 millones de inmigrantes dentro de este país", indica Crisóstomo en su página de internet.
Su situación recuerda la travesía de Elvira Arellano, quien estuvo un año refugiada en la misma iglesia, pero fue detenida y deportada por la división de Aduanas e Inmigración (ICE), tras viajar a California en agosto de 2007.
Antes de recibir la orden de deportación Crisóstomo trabajaba en Chicago sin tener los debidos documentos migratorios.
Pero todas las semanas enviaba 300 dólares a sus hijos de 9, 11 y 14 años, que residían en la ciudad mexicana de Guerrero con la abuela materna. Ahora, según aseguró Sandoval a BBC Mundo, los tres niños se encuentran en EE.UU.
Llamado de justicia
Lo que a partir de ahora hará Crisóstomo -quien se encuentra en un lugar desconocido- será revelado a través de su página de internet, agregó la representante de la inmigrante indocumentada.
Jenny Dale, coordinadora del Proyecto de Nuevo Santuarios de la Coalición de Santuarios de Chicago le dijo a BBC Mundo que su organización continuará apoyando "el llamado de justicia" que lanza la inmigrante mexicana.
"Flor es una voz única dentro del movimiento a favor de los inmigrantes y los indígenas", agregó la líder comunitaria.
"Yo sé que para ella fue una decisión difícil (abandonar el santuario) pero donde quiera que esté sé que continuará luchando por la justicia".
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