Lilia TORRENTERA G.
Oaxaca, México.- Con tres magnas exposiciones, música de la costa y tres grandes exposiciones, el Centro de las Artes de San Agustín, celebró su cuarto aniversario en el que autoridades de la cultura nacional y artistas alternaron con pobladores de la comunidad.
[caption id="attachment_48012" align="alignleft" width="300" caption="Cuatro años de hacer historia en la cultura de Oaxaca y México"]
[/caption]
La llegada de los invitados comenzó desde las 11:00 horas de un domingo de luz y nublados que daban iluminaciones fantásticas al edificio de la antigua fábrica de hilados de San Agustín intervenido por la arquitecta Claudina López Morales.
Los interiores del antiguo edificio, fueron el punto de encuentro de cerca de 800 personas que pulularon por la espléndida exposición
Recapitulando de Gustavo Pérez, ubicada en la galería planta alta y en la que fueron colocadas, más de 450 obras de cerámica contemporánea que se hacían destacar aún más en su diseño, forma y color por las mampara en colores terracota.
[caption id="attachment_48013" align="alignright" width="300" caption="Las vaijas de Gustavo Pérez"]
[/caption]
La muestra se puede describir como espectacular, pues en ella se presenta la evolución artística de Gustavo Pérez a los largo de 40 años de jugar con la cerámica de alta temperatura, “un proceso a la vez sistemático y libre”.
Sin ningún protocolo oficial, llegaron desde la ciudad de México, la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio; el director de la Fonoteca Nacional,
Álvaro Hegewisch, la fotógrafa mexicana Graciela Iturbide y la pintora Irma Palacios que fueron recibidos por Lourdes Báez Meza que echo prácticamente el CaSa por la ventana de la que es directora.
[caption id="attachment_48014" align="alignleft" width="300" caption="Brigitte Pénicaud expone por primera vez en México"]
[/caption]
La celebración no ameritaba menos, porque además de la exposición de Gustavo Pérez, se abrió al publico la muestra de su esposa, la artista francesa Brigitte Pénicaud, que expone por primera vez en México su Obra reciente, como se titula la muestra 90 obras trabajadas en los dos últimos meses y que se presenta en el salón de usos múltiples del CaSa.
No conforme con ello, Lourdes Baez invitó también al artista chileno, Carlos Arias que presenta su exposición textil
Bordados: Eros y Estatudo compuesta por ocho obras de bordados a mano con finos hilos de algodón en las que se muestran textos en pañuelos, otro en brocados y dos más elaborados con la puntada de pata de gallo.
Pero también la figura esperada era la del pintor Francisco Toledo, que llegó acompañado de su hija Natalia y del Dr. Lakra y su compañera Alhelí con sus dos pequeños y juguetones niños de largo y rizado cabello, heredado de su famoso abuelo.
[caption id="attachment_48015" align="alignleft" width="300" caption="Toledo y su nuevo look en el festejo del CaSa"]
[/caption]
La pleitesía hacia Toledo por muchos de los asistentes, no fue gratuita, sabían que gracias a él es que se rescató la fábrica de hilados que hoy es un modelo de centro para las artes de gestión cultural con visión sustentable a nivel nacional.
Toledo en esta ocasión lució peinado. Sus largos cabellos recogido con una liga, hicieron ver plenitud los detalles de cada gesto en su rostro. Le sentaba muy bien el color caqui de su camisa de lino y pantalón arrugados.
Luego, fue el artista Gustavo Pérez que en una breve presentación comentó el significado de presentar su trabajo de casi toda su vida en el CaSa gracias a la invitación personal que recibió de Toledo, primero para dar un taller de cerámica y luego para realizar su magna exposición.
Llegó de pronto la música nada menos que de la Costa de Oaxaca con ejecutantes tradicionales del Fandango de Varita, de San Pedro Tututepec quienes cautivaron con sus interpretaciones de las clásicas chilenas, que pusieron a bailar a más de diez asistentes.
Tampoco faltó la cerveza, el mezcal y las aguas frescas, menos los bocadillos típicos oaxaqueños, desde quesillo, tasajo, memelitas, chorizo y cecina enchilada que fueron disfrutados por más de mil personas que hasta las tres de la tarde se habían congregado en todos los espacios del CaSa.
Sin duda Lourdes Báez directora de este centro cultural, fue la que sintió en toda su humanidad la emoción de ver que el esfuerzo de quienes colaboras en este proyecto, desde sus trabajadores, que lucieron playeras nuevas con el logo oficial, hasta los artistas invitados y autoridades patrocinadoras de las más de cien actividades anuales, ha logrado ubicar al CaSa como la primera institución de su tipo a nivel nacional.
Después en el sigilo, Toledo juntos con los invitados especiales huyeron del mundanal ruido