Oaxaca, México.- Hacía mucho tiempo no asistía a la escuela o a curso alguno. Salgo del pueblo todos los días a primera hora, recorro 2 horas de sinuosa carretera para llegar desde la sierra a la ciudad. Me he inscrito a un curso de periodismo cultural, un taller más bien, en donde nadie comprende qué rayos es periodismo cultural y en donde todos los que asisten son periodistas que escriben de grupos de danza o de pintores que se especializan en calcar tehuanas, mujeres bailando o bichos. Creen que escribir de grupos de danza folklórica o de pintores que no dejan de pintarrajear tehuanas hasta el cansancio es hacer periodismo cultural, que esto incluso es hacer literatura. El periodismo es sub-literatura (seudo literatura, o ambas cosas), es prostitución. De ahí que los que tratamos de escribir a diario y nos damos cuenta al releer las cuartillas escritas que éstas no son sino hojas llenas de tonterías, nos volvemos al periodismo para no tirar a la basura nuestros chistoretes y ganar algunos poquitísimos pesos y estar vigentes al menos en un periódico.
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Alberto Dom. 28 de jul., 2013.Qué chingona nota. Mis respetos para este periodista literario (o de la la cultura). Seré su asiduo lector. Mis respetos para Olaf Ramírez. |