UAM/Investigación
Oaxaca,, México.- El país requiere un nuevo marco jurídico que reconozca distintas formas de ayuntamientos –régimen multimunicipal– que permita recuperar múltiples estilos de organización sociopolítica, de autogobierno y de renovación de la autoridad local, para lo cual se requiere modificar el artículo 115 constitucional, el cual define el carácter del municipio.
La idea anterior es planteada por el doctor Carlos Rodríguez Wallenius, profesor del Departamento de Producción Económica de la Unidad Xochimilco, en el libro: Luchas municipalistas en México. Acciones ciudadanas por la democracia y el desarrollo local, coeditado por la Unidad Xochimilco y Juan Pablos Editor.
En el volumen de 211 páginas, el investigador hace una revisión del desarrollo, en los últimos años del siglo XX, de lo que llama “una verdadera insurrección municipal de gran relevancia para la transformación del sistema político mexicano”.
Como ejemplo señala la organización y lucha en los años 70 y 80 del siglo XX de la Coalición Obrero Campesino y Estudiantil de Istmo de Tehuantepec (COCEI), dada la importancia de las reivindicaciones sociales y políticas que enarboló en el estado de Oaxaca, sin duda, fue un movimiento social que partió de lo local.
El autor afirma que un primer ciclo de luchas sociales, en la cual está inscrita la insurrección municipal, presionó para que el Estado realizara la reforma electoral de 1977. Para 1983 se modificó el artículo 115 constitucional para de esta forma oxigenar la disputa por el poder local.
El también coordinador del Posgrado en Desarrollo Rural de la Unidad Xochimilco indica que los cambios constitucionales han sido limitados, por ello es vigente la propuesta de un régimen multimunicipal que permitiría atender una de las demandas fundamentales del movimiento indio, en tanto que la figura del municipio indígena sería una alternativa viable para la construcción de la autonomía.
Un régimen multimunicipal adoptaría la diversidad como un valor plural y no sólo étnico, pues se podrían estructurar municipios a partir de su realidad económica, cultural y social, con ello tendríamos munícipes metropolitanos, rurales, portuarios y fronterizos, entre otros.
La diversidad municipal en la que tendrán que participar los pueblos y las comunidades, conlleva autonomía y descentralización, condiciones necesarias para que los ciudadanos en el ámbito municipal definan el enfoque del desarrollo, apunta Rodríguez Wallenius.
En este sentido, los ejes de democracia y desarrollo local en la agenda municipalista son orientaciones hacia una acción transformadora del régimen político, contexto en el que el entorno municipal está llamado a ser un lugar donde la acción ciudadana se exprese y genere espacios de discusión y organización para nuevos cambios.
Sin duda, subraya el autor, para concretar estas transformaciones, el municipio requiere ejercer presión social para que se efectúe una reforma de Estado que incluya la dimensión municipalista, política y electoral.
El investigador, integrante del Sistema Nacional de Investigadores, establece que el nuevo ciclo de luchas municipales que inició con la transición del régimen político, no ha concluido, sino más bien parece que se intensificará, puesto que se ha acentuado un alejamiento entre ciudadanos y actores político-gubernamentales.
En esta perspectiva las luchas municipalistas constituyen pequeños espejos que reflejan el mal funcionamiento del régimen político y cuya acción ciudadana ha demostrado en otros periodos históricos ser uno de los ingredientes fundamentales para provocar cambios en las instituciones y en las leyes que las rigen.
El doctor Carlos Rodríguez Wallenius es profesor del Departamento de Producción Económica de la Unidad Xochimilco (Teléfono: 5483-3485).