Debe el estado reconocer al periodismo como profesión de alto riesgo: Villanueva

Fortino TORRENTERA O.   Oaxaca. México. Es necesario que el estado reconozca al periodismo como una profesión de alto riesgo en México y garantizar las condiciones para el ejercicio de la libertad de expresión, consideró el doctor en derecho, Ernesto Villanueva.   El investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, deduce que la Fiscalía Especial para Atención de Delitos cometidos en Agravios de Periodistas en la PGR, es una simulación que solo sirve de apoyo terapéutico a los comunicadores agraviados.     [caption id="attachment_61495" align="alignleft" width="224" caption="Urgió Villanueva de mayor protección legal a los periodistas."][/caption]   En breve entrevista, luego de atestiguar la toma de protesta del Colegio Oaxaqueño de Comunicadores, el más importante especialista en derecho a la información en México, compartió algunas reflexiones.     - Ante el panorama actual del país, es evidente que la corrupción ha permeado a los medios de comunicación, ¿cuál sería el marco legal que tendría que plantearse frente a esta realidad?   - El problema es que por un lado no hay una ley en materia de transparencia y equidad publicitaria, de tal suerte que no hay mecanismos para verificar cuanto, por qué y para qué se gasta en medios de comunicación.   Esto hace que los convenios de publicidad de los gobiernos se hallen archivados como información clasificada y donde hay una especie de convenio disfrazado, lo que genera un compromiso de los medios de comunicación con el gobierno, lo que hace que se maticen los datos que pudiera poner en riesgo los umbrales de tolerancia del gobierno y vemos noticias que son reflejo de esa relación.   Un segundo punto es que no hay en México ninguna garantía legal para el periodista; la mayor parte de los periodistas no tienen un contrato colectivo de trabajo, no tienen los mecanismos establecidos en el artículo 123, lo cual genera una amenaza permanente, una incertidumbre constante.   Ello provoca que los ánimos en materia de ética pasen a buen recaudo en aras de esa amenaza contra la pobreza y esa temor al desempleo que está en boca de todos, además de los bajos sueldos que son compensados, según el nivel que tengan por las propias fuentes, entonces se va cerrando el espacio.   Así, por un lado hay una relación mediante los convenios, y por otro, con los columnistas a los reporteros se llegan a determinado tipo de acuerdos que implica el manejo de recursos públicos a cambio de una crítica rasada, se vuelve pro-gobierno y produce un efecto boomerang. Se permite cierta crítica, pero es como la lucha libre, se pactan a dos de tres caídas, pero sin que hayan golpes fuertes.   Pero el problema más fuerte es que donde ya había un espacio de libertad que era la cobertura de temas vinculados al crimen organizado, al narcotráfico, etc., ahora hay nuevos mecanismos que deciden lo que antes hacía el estado, hasta donde se puede se puede informar, dependiendo los recursos económicos o ejerciendo el monopolio de la fuerza que antes tenía el estado y que ahora se ha descentralizado a estos grupos de poder.   Eso lo comprobamos al saber que hay varios desaparecidos en la administración de Felipe Calderón. Frente a eso lo que ha pasado con la presión internacional, porque la nacional no les interesa mucho, presión que desde Nueva York hiciera la Comisión Mundial para la Protección a Periodistas que derivo durante el sexenio de Vicente Fox en la Fiscalía Especial para Atención de Delitos cometidos en Agravios de Periodistas en la PGR.   No obstante, esta fiscalía fue mal hecha y a mi juicio mal intencionada y sin ninguna posibilidad de resolver desde el principio, debido a que no tiene autonomía, no está en la Ley Orgánica, es dada por un acuerdo y establece sanciones sólo en aquellos delitos del Código Penal que solo integra 480, cuando en el código federal tenemos 1061, solo puede actuar cuando sea una pena relativa de la libertad, entre otras.   Si lo vemos, entonces esto se convierte en una simulación y no hay un solo caso que se haya resuelto, por lo que se convierte simplemente en un mecanismo para brindar seguridad psicológica a los periodistas que se siente ofendidos, como si fuera un libro de autoayuda o una sesión terapéutica, pero no una ayuda objetiva.   - México es después de Irak el país que tiene el mayor riesgo para el ejercicio periodístico y Oaxaca se pelea con Ciudad Juárez el primer lugar nacional. Por un lado la Secretaría del Trabajo no reconoce a éste como un trabajo de alto riesgo y por otro, las empresas, no solo incumplen con el seguro social, sino que ahora que se requiere de seguros de vida, lo ignoren, ¿Qué debe hacerse en materia legal?   - Efectivamente es un serio problema, en primer término, desde el punto de vista laboral, el concepto de periodista no está previsto, sólo el de reportero o el de fotógrafo, pero no una definición conceptual de lo que es ser periodista; esta la encontramos particularmente en la Ley del Secreto Profesional del Periodista y la Ley de Protección Civil para el Respeto de la Vida Privada y la Imagen, ambas del Distrito Federal.   Lo primero es que se tendría que ganar en la parte laboral para que se establezca no sólo como una profesión de alto riesgo, sino también la manera de que el estado pueda comprometerse tanto a ver quien lo hizo, pero principalmente a evitar que se atente contra el periodista, es garantizar que se den las condiciones para el ejercicio de la libertad de información y generar las condiciones materiales para que tu ni nadie más puedan actuar al margen de la ley contra la integridad personal.