Enrique FLORES    Oaxaca. México. “Que lo paguen”. A un hermano, tres primos, mi madre, cinco compañeros y seis amigos coinciden en que de nada sirve un juicio político a que puedan resarcir los daños ocasionados a la ciudadanía en el 2006.   Recién apareció una noticia en que los diputados oaxaqueños iniciarían un juicio político al gobernador en turno, sabiendo que la mayoría es priista y que sólo serviría para exonerarlo, y pasó, hoy quedó expiado de culpas.     Hace 20 años la palabra “juicio” hacía temblar a los políticos, hasta confirmar que en México es un paraíso de la impunidad (fiscal y legal), como se mira en los casos de delincuentes “de cuello blanco” que hoy gozan de libertad y dinero.   Aunque no se diga abiertamente, hay grupos y personajes se muerden las uñas en espera de un linchamiento político a ex funcionarios, pero la historia nos ha enseñado que estas decisiones son inútiles, alimentan más la polarización que tanto ha dañado al estado.   Los trascendidos de desvíos aquí y faltantes allá, aún tienen que comprobarse, pero hay quienes ya preparan su patíbulo, mientras los y las más audaces ya ofrecen hasta trabajo en la Corporación de Radio y Televisión, por ser “cuates” de Gabino.   Salvo el escándalo del ex gobernador Mario Villanueva Madrid, vinculado más al narcotráfico y al lavado de dinero; lejos de ser un ejemplar castigo, ha servido para saciar la sed de venganza, más tratándose de desvíos y malversaciones, no pasa de una suspensión temporal de 10 años en la administración pública y unas notas en la prensa.   Nuestros últimos ex presidentes, acusados entre dientes de latrocinio y quienes gozan de millonarias pensiones, fueron juzgados “socialmente”, pero nunca se vio un solo peso de lo perdido.   Como olvidar aquella bochornosa comparecencia en la que legisladores federales cuestionarían a Luis Echeverría su autoría en la matanza de Tlaltelolco y donde el viejo político simplemente les dio la vuelta.   Por eso les pregunté a mis allegados qué preferían: ¿Que a los funcionarios estatales que mal obraron, se le iniciara un juicio político por su responsabilidad en muertes y daños al estado o que pagaran, y no en la cárcel, sus tropelías?.   Casi todos respondieron que mejor indemnizaran a los deudos, que devolvieran el dinero que desviaron, que terminaran las obras que declararon, en vez de tenerlos en la cárcel manteniéndolos, si llegaran, pues como se ven las cosas de una amonestación administrativa no va a pasar.   Muchos están obstinados en que se hagan realidad los fotomontajes que sobre los políticos señalados se caricaturizaron en el 2006, lo cual no dejaría nada al estado más que avivar el encono persistente, que mejor que devuelvan lo que se llevaron o usted qué prefiere: ¿Juicio político o devolución?.