Fortino TORRENTERA O.
Oaxaca. México. Empleando antiguas técnicas de la pintura, el artista plástico James Wyly, plasma imágenes que aunque pudieran ser comunes, seducen de nuevo a quien las observa.
“Espacios íntimos” es la muestra que se inaugura este miércoles en el Hotel Casa Oaxaca que se localiza sobre la calle de García Vigil y donde este pintor muestra 16 óleos sobre tela y lino, por primera vez en forma individual, pero que ahora expone con la coordinación de la Galería Quetzalli.
[caption id="attachment_77511" align="alignleft" width="169" caption="Compartirá James Wyly sus “Espacios íntimos” en Oaxaca."]
[/caption]
Bodegones, ventanas, el umbral de una sala o la barra de un bar, son motivo de la observación de James Wyly, quien empleando la tradición del óleo, rememora los ambientes que sólo esa técnica logra.
El artista nacido en Kansas City, pero radicado por 40 años en Chicago y los últimos siete en Oaxaca, reconoce que la influencia de esta ciudad se ve plasmada en su obra.
A través de su mirada, recupera rincones, espacios, objetos que pudieran haber sido tomados de cualquier calle de cualquier casa, pero que a la vista atrapan por esa pátina que ahora poco se estila.
“Pinto lo que pinto en una técnica propia. Estoy seguro que me influyen las tradiciones oaxaqueñas, pero van adentro de lo mío y sale lo que sale con mi estilo”.
[caption id="attachment_77512" align="alignright" width="300" caption="Recupera James Wyly la gran tradición del óleo."]
[/caption]
“Es una concentración, es algo que fluye, aunque trabajo por etapas, pues en la técnica del óleo hay que esperar que sequen las capas de dos a tres meses y me doy el tiempo, además me gusta pintar con la luz del día”, señala Wyly.
El fin por el cual pinta, considera que tiene varios motivos, donde tiene que ver mucho el psicoanálisis “Cuando salen las imágenes desde el psique, se captura algo nuevo de uno mismo”.
Cada pieza, admite que tiene ambiente y su espíritu, “es la fascinación de mirar una pintura vieja para entrar en contacto con el artista que murió hace muchos años y compartir con ello una emoción”.
Recuerda que desde los tres años le gustaba el dibujo, pero empezó a pintar a los nueve años cuando vio una muestra de una pintora y restauradora con obras de 1928 y se decidió a aprender la técnica antigua del óleo.
“El óleo no es intuitivo, representa la gran tradición de la pintura de Chenino Chenini con su tratado, técnica que todavía empleamos algunos, pero cada vez son menos, es otro contacto con el pasado”.