Ciudadania Express
Lunes 26 de abril, 2010. 09:00 am

A reserva/La lucha intestina de los partidos, alejada de la sociedad

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Bárbara García CHÁVEZ   Oaxaca, México.- El proceso electoral 2010 continúa su acelerada y muy anticipada marcha y los líderes de cada una de las coaliciones que tomaran parte en la contienda se alistan para defender sus espacios de poder y “afilan” sus estrategias para evitar quedar fuera del presupuesto.   Lejos quedaron aquellos días en donde todos los esfuerzos estaban dirigidos al bienestar de la sociedad oaxaqueña, -lo leíamos en declaraciones publicas colmadas de retórica y emotivas intenciones de unidad y democracia- olvidando incluso afrentas pasadas en aras de construir una propuesta política capaz de quitar al tirano, para en su lugar instalar al mejor gobierno que los oaxaqueños hubiésemos soñado, mientras tanto, el partido rojo no escatimaba energías para convencer a la población del arduo trabajo realizado por este gobierno y dicen, su comprobada trayectoria hacia la unidad y el progreso.   [caption id="attachment_28586" align="alignleft" width="160" caption="Los partidos en su lucha por el poder, olvidaron a la ciudadanía en Oaxaca"]Los partidos en su lucha por el poder, olvidaron a la ciudadanía en Oaxaca[/caption] Así fue, mientras se trató de la elección del candidato único para gobernador - aunque hubiera más de dos alzando la mano –, en cada una de las coaliciones se hizo un llamado a la unidad en beneficio de la democracia oaxaqueña.   A ninguno de aquellos que habían manifestado su interés por contender a la primera magistratura del Estado se les permitió expresar su desacuerdo, muy por el contrario, se les “convenció” de la importancia que dentro del proyecto político de sus respectivos partidos tiene el “sumar y no restar”.   Y como los damnificados de esta designación no fueron más de cinco por cada lado, a los que mejor les fue, recibieron curules de consolación, incluso la facilidad de llegar por vía plurinominal, mientras que otros tuvieron que conformarse con un “gracias por intentar participar”.   Conforme avanzan los tiempos electorales se van desdibujando sueños e ilusiones de muchos aspirantes, -de un lado y de otro- a los diferentes cargos de elección popular, algunos luchan y se juegan todas sus cartas para lograr ser los ungidos y cumplir con la noble labor de servir al pueblo.   Cada una de las coaliciones tiene sus asegunes, del lado de los rojos dicen tener nueva actitud, pero en los hechos vemos las mismas viejas actitudes antidemocráticas, en donde el jefe supremo sigue imponiendo candidatos a su militancia  y a los candidatos les impone a su equipo de campaña, en donde es evidente que hay más generales que base.   Por otra parte, la coalición “por la paz y el progreso” justificó la unión de la izquierda con la derecha en la necesidad de unir esfuerzos para quitar del poder al mal gobierno, sin reflexionar en que no se trata de “quítate tu pa’ que me ponga yo”.   Pues en virtud de que esta elección es concurrente,  donde se elegirán gobernador, diputados locales y concejales municipales,  sería imprescindible que esta alianza estuviera sustentada en acuerdos programáticos y planes de gobierno en donde cada  uno de los partidos coaligados tuviera la suficiente claridad para entender los alcances de ir unidos en esta elección.   De esta manera se hubiese evitado que a estas alturas el PT dijera “dice mi presidente legítimo que siempre no”, faltando a su palabra de conformar coaliciones con el PRD, Convergencia y el PAN en diversas entidades del país, so pretexto de no poder estar en el mismo espacio que Vicente Fox y el espurio Calderón.   ¿Será que en Oaxaca el argumento que el PT esgrime deja de tener validez? Coaligarse con el PAN ¿no implica compartir aunque sea solo mientras dura el proceso electoral los mismos espacios de la derecha, que a decir de López Obrador son los enemigos del pueblo? y ¿será que solo en Oaxaca el espurio deja de serlo?   Por supuesto que la decisión del PT no es ilegal, la pregunta es  si será ética, estoy convencida que no, porque con esta determinación evidenció que se enfrascó en una coalición a la ligera, sin haber analizado adecuadamente sus implicaciones.   Lo que llama poderosamente la atención es que cuando Gabino Cué reconoció a Felipe Calderón como el presidente de todos los mexicanos, el PT guardó silencio, pero cuando Fox pretende apoyar a una candidata, a quien por cierto el partido del trabajo ya había dado el visto bueno sin cuestionar que hubiera formado parte del gabinete de Vicente Fox, es cuando dicho organismo político se da cuenta de la incompatibilidad que tiene con el PAN y rompe la alianza a nivel nacional, -excepto en Oaxaca-.   Y es que según la dirigencia petista no quieren perjudicar a Gabino porque representa la opción de cambio en nuestra entidad, la liberación del yugo priista, el fin del cacicazgo y del autoritarismo, pero entonces ¿la situación en otros Estados no amerita ser salvada por el PT y su líder moral, el que se dice redentor de la democracia y mandatario legitimo?   ¿Será que las coaliciones integradas en otros Estados no cuentan con candidatos idóneos para gobernar?   Las respuestas se darían en varias líneas:  
  • En todos los casos los candidatos militaron originalmente en el PRI.
  • Los candidatos no pertenecen al PRD o son de expresiones políticas al interior del PRD diversas a las que comanda Andrés Manuel López Obrador cuyo operador político es René Bejarano –acordémonos del señor de las ligas-
  • En todos los casos se argumentó la prioridad de derrotar al dictador – PRI o PAN- antes de planear estrategias y acordar programas y proyecto de gobierno.
  En una rápida ojeada al pasado, recordé que Cué Monteagudo fue distinguido militante del PRI, contemporáneo y amigo de Eviel Pérez Magaña y Diódoro Carrasco Altamirano, con él colaboró cuando éste fue gobernador y lo adoptó como pupilo, al término de su administración los conflictos con Murat el terrible por asignaciones y puestos de poder llevaron a un grupo cercano a Diódoro a romper con su partido –PRI- y muchos de ellos se quedaron desempleados, por cierto ahora se ven en eventos sociales con la familia del senador con licencia, ya candidato oficial de la oposición unida y portando en lujosas camionetas la propaganda alusiva, dispuestos a volver al tan ansiado poder.   Por cierto también y para redondear, no hay que olvidar que hoy por hoy y desde hace algún tiempo -quien sabe mañana- Carrasco Altamirano pertenece a las filas selectas del PAN e incluso fue secretario de gobernación del presidente Fox.   También es cierta la amistad incondicional que Cué tiene con López Obrador, ha sido sin duda de privilegio, el origen de esta excelente relación debe basarse en coincidencias formales o no, hasta se dice que es por esa amistad que la coalición se acerca a organizaciones radicales como la que dirige Flavio Sosa.   Gabino está entre la rancia derecha con Diódoro y la radicalidad del legítimo López Obrador… una gran contradicción.   A reserva de continuar revisando el panorama electoral, me parece que no tenemos muchas opciones, por lo que quizá sea conveniente voltear a ver a los partidos pequeños, tal vez resulta que al final, alguno de ellos representa la opción que la ciudadanía demanda.   * Regidora de Equidad y Género del Municipio de Oaxaca de Juárez
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