Artemisa MENDIZABAL/CONACULTA
Oaxaca. México. Una serie de imágenes y documentos, entre los que se puede leer la carta que el escritor francés Victor Hugo envió en 1867 a Benito Juárez para dar su apoyo a la lucha que México libraba en contra de la Intervención Francesa, forman parte de la exposición El Legado de Benito Juárez, la cual se exhibe en la barda perimetral del Museo Nacional de las Intervenciones (MNI).
En esta muestra, se destaca el papel de los liberales, que encabezados por Juárez, pusieron en pie al país: promulgaron la Constitución de 1857, combatieron y ganaron la Guerra de Tres Años (1858-1861), emitieron las Leyes de Reforma que nos dieron identidad y pelearon contra la Intervención Francesa hasta lograr el triunfo de la República.
[caption id="attachment_53602" align="alignleft" width="242" caption="Se resaltan los orígenes de Benito Juárez que forjaron su carácter."]
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La construcción de México tiene tres pilares fundamentales: la Independencia, la Reforma y la Revolución. Es por ello que el Museo Nacional de las Intervenciones presenta la Exposición El Legado de Benito Juárez, un recorrido somero por la vida y obra del Benemérito de las Américas, que cubrió una gran parte del siglo XIX.
El historiador José Rogelio Álvarez, autor de la Enciclopedia de México, quien junto con la directora del MNI, Enriqueta Cabrera, inauguró la exposición, asegura que incorporar a las celebraciones del Bicentenario a la Reforma, hubiera contribuido a la cabal comprensión de aquellos episodios. Explica que la Constitución Liberal de 1857 consagró el federalismo como base de la organización del Estado, estableció el sufragio universal y las garantías y los derechos del hombre y postuló la libertad religiosa.
El presidente Benito Juárez expidió las Leyes de Reforma que nacionalizaron los bienes eclesiásticos, creando así una clase de propietarios rurales y urbanos que movilizaron la riqueza nacional, creó el Registro Civil y dio fuerza al Estado que ya pudo ser soberano. Más tarde, al derrotar a los intervencionistas franceses y al Imperio de Maximiliano, arraigó en los mexicanos la noción de Patria, que antes no existía.
La exposición resalta los orígenes de Benito Juárez que forjaron su carácter. Al respecto, el escritor Andrés Henestrosa destacó en su momento que “El fondo del carácter de Juárez se explica por la concurrencia de dos factores principales: el de la raza y el del medio. Tuvo la tenacidad del indio, su estoicismo, su indiferencia por el dolor, el soberano dominio de sus pasiones y al mismo tiempo su amor a la independencia y la confianza en sí, propios del montañés”.
El 15 de julio de 1867, Benito Juárez entró triunfante a la ciudad de México, capital de la nación. La República fue restaurada con el federalismo como base de la construcción del Estado, el sufragio universal y las garantías y derechos del hombre. La República triunfó y se consolido la Independencia de México.
La exposición relata el papel de los liberales, encabezados por Juárez, en la construcción del Estado Mexicano. Cabe recordar que estos “hombres que parecían gigantes”, como los llamó Luis González, promulgaron la Constitución de 1857, combatieron y ganaron la Guerra de Tres años (1858-1861) enfrentándose a los conservadores y a la iglesia; emitieron las Leyes de Reforma que dieron a México perfil, identidad e independencia; combatieron la intervención francesa para hacer de México un imperio gobernado por un príncipe austriaco; ganaron la guerra y Maximiliano fue juzgado y fusilado.
Tras la inauguración de El Legado de Benito Juárez, se ofreció la conferencia titulada “La recopilación de los documentos, discursos y correspondencia de Benito Juárez”, obra del ingeniero Jorge L. Tamayo, la cual fue donada a la biblioteca del Museo Nacional de las Intervenciones.
El Museo Nacional de las Intervenciones es uno de los cinco museos que tiene en custodia el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el que se recuerdan las distintas injerencias extranjeras que México enfrentó, entre 1825 y 1916.
Se trata de una etapa caracterizada por una constante intervención en asuntos internos de parte del gobierno de Estados Unidos, España y Francia, que propiciaron la intriga política, el chantaje diplomático y la intervención armada, con el fin de efectuar un despojo territorial o de imponer a un monarca extranjero.
Dichas injerencias del pasado, fueron enfrentadas con una tenaz oposición a través de las armas o de la acción política, con el firme propósito de defender nuestra soberanía. Sin embargo, la consolidación del proyecto de Nación se dio después de años difíciles y azarosos en los que se padecieron diversas intervenciones extranjeras importantes.