CENCOS   Oaxaca. México. En el Caracol A.C. hacemos un llamado urgente a cumplir el programa de Derechos Humanos del Distrito Federal y evitar más casos de muerte materna en las calles, garantizando el derecho a la salud y el acceso a los servicios públicos de atención médica de las mujeres embarazadas que forman parte de las poblaciones callejeras.   Claudia Martínez Cruz de 23 años, integrante del grupo callejero ubicado en las calles Artículo 123 y Humboldt, en la colonia Centro de la Ciudad de México, perdió la vida tras dar a luz a su primer hijo la tarde del domingo 22 de agosto del presente año, por no haber un apropiado seguimiento clínico del embarazo y, por ende, la oportuna detección de enfermedades y/o posibles complicaciones; lo que sumado a la negligencia médica, desembocó en el fallecimiento de la joven por pre-eclamsia en el Hospital de la Villa, luego de haber sido rechazada del Hospital de la Mujer y del Hospital Gregorio Salas.     [caption id="attachment_71054" align="alignleft" width="300" caption="Claudia Martínez de 23 años, perdió la vida tras dar a luz a su primer hijo la tarde del domingo 22 de agosto."][/caption] Así pues, el capítulo 31 del Diagnóstico de Derechos Humanos del Distrito Federal, señala como la situación de las mujeres niñas y adultas que habitan las calles “es doblemente compleja, pues la condición de género y su condición socioeconómica se conjugan para colocarles en una situación de mayor exclusión y vulnerabilidad”. No obstante, dicho panorama se complica todavía más, con un tema tan sensible como es la maternidad.   Las mujeres callejeras no tienen la oportunidad de tener un acompañamiento especializado durante todo el periodo de gestación y/o la adecuada intervención médica al momento del alumbramiento, según el testimonio de educadoras de El Caracol A.C. y usuarias de los servicios médicos que mencionan situaciones como el rechazo por no encontrarse aún en labor de parto e incluso la falta de camas o personal suficiente.   Así pues, la violación de su derecho a la salud se ve expresado en la negación de un servicio público, malos tratos por parte del personal medico, discriminación por condición social y criminalización por el consumo de sustancias, incumpliendo los criterios para la atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y del recién nacido, violando no sólo la Norma Oficial Mexicana 007-SSA2-1993 de la Ley General de Salud sino el artículo 4° de la Constitución Mexicana, lo que denota una grave situación en materia de derechos en la Ciudad de México.   En ese tenor, en El Caracol A.C., hemos documentado diversos casos de violaciones a los derechos sexuales y reproductivos de mujeres que no recibieron una atención profesional y oportuna durante el embarazo, parto y/o puerperio, así como a los recién nacidos, negándoles así el derecho la salud por parte de médicos, enfermeras o de la institución en general.   En razón de ello, condenamos la muerte de Claudia Martínez y exigimos a los Entes de Gobierno responsables de las líneas de acción del Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal a “respetar, proteger, promover y garantizar, bajo el principio de igualdad y no-discriminación, el derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental de las poblaciones callejeras”, como lo marca el capítulo 26.4, así como el Pacto Internacional de Derechos, Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), que señala en el artículo 12 que los Estados Partes también deben reconocer las medidas que deberán adoptar a fin de de asegurar la plena efectividad de este derecho. Y en cumplimiento de lo anterior, reiteramos que es fundamental garantizar el acceso a los espacios públicos de atención médica de las poblaciones callejeras en términos generales, pero especialmente de las mujeres.