Artemisa MENDIZABAL/CONACULTA
Oaxaca. México. Enclavada en Buenavista, zona emblemática para la historia y cultura ferrocarrilera del país, la Biblioteca Vasconcelos abrió sus puertas a la exposición Cine y ferrocarril en la Revolución Mexicana.
Integrada por una colección de planos, fotografías, películas, carteles, cámaras de cine, armamento y vestuario de la época, permitirá al público un acercamiento al primer movimiento social del siglo XX y sus personajes, a través del séptimo arte.
Durante la ceremonia inaugural realizada ayer por la tarde en el vestíbulo del recinto, con la presencia de Teresa Márquez, directora del Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero y del Museo Nacional de los Ferrocarriles en Puebla; Federico Hernández Pacheco, director de la Biblioteca Vasconcelos y Moisés Rosas, titular del Museo del Estanquillo Colecciones Carlos Monsiváis, Fernando Alvarez del Castillo, director general de Bibliotecas de Conaculta, destacó la relevancia de presentar esta muestra en el marco de las conmemoraciones de 2010, pues el vínculo entre movimiento armado, ferrocarril y cine, potencian su significación cultural.
[caption id="attachment_70122" align="alignleft" width="300" caption="Planos, fotografías, películas, carteles, armas, cámaras de cine y vestuario de la época, se exhiben."]
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“Estamos en una zona ferrocarrilera muy importante, por dos razones: la primera, por lo que Buenavista representó y representa hoy día en términos históricos; y también, en consideración a que prácticamente la mitad de los usuarios de esta biblioteca vienen del Estado de México, gracias a su vinculación con el tren suburbano. Además, en las colonias Santa María y Guerrero, viven muchos antiguos ferrocarrileros y en ellas se ubican también las oficinas del sindicato y el hospital”, apuntó.
Por otra parte, Alvarez del Castillo habló de la importancia que tuvo el ferrocarril en la Revolución Mexicana. “Ustedes comprenden que nuestra Revolución hubiera sido otra cosa de no haberse contado con este sistema de comunicación que si bien ha tenido altibajos, jugó un papel fundamental en 1910; además, el cine y la fotografía, fueron elementos fundamentales para testimoniar, de un lado, lo que fue el movimiento armado y por otro, la importancia que el ferrocarril tuvo en su desarrollo”.
En su oportunidad, Federico Hernández Pacheco, titular de la Biblioteca Vasconcelos, resaltó que sería imposible entender el desarrollo del ferrocarril sin hacer referencia a la estación de Buenavista; y tampoco a la Revolución sin el cine, pues fue el primer acontecimiento histórico relevante que fue totalmente documentado por el llamado séptimo arte.
“Con esta exposición, la Biblioteca Vasconcelos se suma a las festividades que este 2010 nos convoca, particularmente en lo referente al Centenario del inicio de la Revolución Mexicana”, concluyó.
Cine y ferrocarril en la Revolución Mexicana ofrece un recorrido en el tiempo que muestra el desarrollo que alcanzó la red ferroviaria en México durante el gobierno de Porfirio Díaz, el cual facilitó el movimiento de los ejércitos revolucionarios que habrían de derrocarlo en 1911.
De igual manera, alude a la llegada del cinematógrafo al país en 1896 y su difusión a través de los trenes, además del trabajo de los camarógrafos que registraron las batallas y acontecimientos más significativos de la lucha armada.
En el contexto de la muestra, Francisco Villa y su División del Norte tienen una presencia protagónica, pues fue sin duda la figura militar y revolucionaria más destacada en los documentales del primer movimiento armado del siglo XX.
Como se recordará, cineastas mexicanos y extranjeros estuvieron cerca de las tropas villistas para obtener imágenes de sus famosas cargas de caballería, sus traslados en los largos convoyes ferrocarrileros y, desde luego, de las batallas más relevantes de su carrera militar. Baste decir que el propio Villa adaptó un furgón de carga de su ferrocarril, para que camarógrafos y reporteros de la Mutual Film Company, lo utilizaran como oficina de prensa.
Villa se convirtió así, no sólo en figura inobjetable de la Revolución Mexicana, sino también en el militar con mayor presencia en el celuloide, durante los primeros años del cine documental.
Entre vagones y máquinas, rieles y estaciones, el cine supo mostrar al público mexicano y extranjero las condiciones de la enorme movilización revolucionaria de un pueblo que buscaba la reivindicación de sus derechos.
La exposición reúne piezas proveniente de las colecciones del Museo Nacional de Historia, la Fototeca Nacional del INAH, del Fondo Casasola, del Museo Casa de Carranza de la Filmoteca de la UNAM, de la Cinemateca Luis Buñuel de Puebla, del Museo de la Basílica de Guadalupe y del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos.
También se incluyen otras de colecciones particulares como las de Guillermo Contreras, Alejandro Gastélum Cisneros, Rosa Helia Villa Guerrero y Argos Comunicación.
Auspiciada por Conaculta, a través del Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero, el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos y la Biblioteca Vasconcelos, Cine y ferrocarril en la Revolución Mexicana permanecerá abierta al público hasta el 24 de octubre.