Oaxaca, México.- “La gente piensa que los textos y las imágenes están ahí, sin ninguna importancia”, comentó la diseñadora gráfica Verónica Monsiváis, al hablar sobre la poca importancia que la gente le da al diseño editorial.
El Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca fue el sitito en el que este fin de semana la diseñadora habló sobre el trabajo que ha realizado dentro del Taller de Comunicación Gráfica. Minutos antes de dar inicio a su charla, Monsiváis dijo en entrevista que “el diseño editorial tiene una importancia muy grande, pero la gente no le da el valor que se merece ya que piensa que los textos y las imágenes que se utilizan están ahí, sin tener importancia”.
Lamentando esa situación, la joven diseñadora, egresada de la Universidad Iberoamericana, dijo que al parecer se piensa que en el diseño editorial la forma en que se organizan los textos y las imágenes es una actividad de poca relevancia, pero la realidad es otra, pues hacer que la información llegue de una forma correcta al lector es un trabajo que tiene que ver con el ingenio del diseñador, quien se encarga de buscar la mejor manera de transmitir los mensajes.
“La forma en que organizas la información y como pones los textos y demás elementos hacen que la persona se sienta bien con un libro que transmite la información correctamente”.
La mexicana, quien estuvo en el Centro de las Artes de San Agustín ofreciendo un taller de Diseño Editorial, tomó como ejemplo un folleto que los talleristas realizaron para promocionar las actividades que se impulsan en ese recinto cultural, y a través de eso mencionó que la forma en que se acomodan las cosas es el mejor mecanismo para hacer llegar la información al receptor.
Otra cosa que desvalora el trabajo del diseño editorial, según Monsiváis, es relacionar el diseño con cuestiones publicitarias que tienen que ver más con la creatividad y no se entiende que la edición editorial es un ejercicio muy creativo y alocado que pareciera no tener importancia.
Sobre el Taller de Comunicación Gráfica mencionó que es despacho de diseño enfocado principalmente a proyectos culturales y diseño editorial, con clientes como el Museo Tamayo, Centro Cultural de España, Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Universidad Nacional Autónoma de México, así como con artistas reconocidos.
Finalmente, reconociendo que el sueldo de un diseñador editorial no se compara con las ganancias de un ingeniero o abogado, Monsiváis dijo que el diseñador puede vivir de lo que hace sin morirse de hambre.