Marisela MENDIZÁBAL C/Conaculta
Oaxaca, México.- Hay dos deudas fundamentales que tenemos con África: una es que sus hombres y mujeres hicieron crecer las fuerzas productivas, por lo que se les puede considerar como los constructores de América. La otra es que la población negra jamás se resignó a la esclavitud y por lo tanto era rebelde, nos heredaron el impulso libertario.
Así lo asegura la etnóloga Luz María Martínez, curadora de la exposición
México, la Tercera Raíz y la Independencia, que será inaugurada este miércoles 10 de noviembre en el Museo Nacional de las Intervenciones (MNI).
La muestra, conformada por más de 80 piezas, entre imágenes, documentos históricos, tallas y textiles, narra la historia dolorosa y enriquecedora de la población negra, que ha sido fundamental para entender la riqueza cultural de México, pero poco reconocida. En el contexto de las conmemoraciones por el Bicentenario del inicio de la Independencia de México, el MNI abre esta exposición cuyo principal propósito es revalorar el papel de la población negra en la conformación de nuestra nación.
Al ofrecer un recorrido por la muestra, la investigadora Luz María Martínez contó que la mayoría de los africanos que llegaron a América procedían de África Occidental, de San Jorge de la Mina y Angola, que eran los principales puertos de salida, pero eso no quiere decir que esas personas eran de ahí mismo, pues se tienen informes que la mayor parte de los esclavos que llegaron a México provenían de Cabo Verde.
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Los europeos hacían razias en las poblaciones africanas y se escogía a los hombres y mujeres en edad productiva, principalmente los hombres, por lo que África quedó despoblada de su fuerza de trabajo y de ahí su atraso”, señaló Luz María Martínez.
El discurso de la exposición es narrado a través de litografías de la época, fotografías que dan cuenta de los espacios donde abundaba la comunidad negra, como plazas y mercados, además de retratos de personajes de la Independencia y mapas que explican cómo se daba el tráfico de esclavos por todo el mundo.
“La trata los despersonalizó, les quitó el nombre, apellido y les puso: negros, a pesar de que eran pueblos con lengua, cultura y nombres. Por justificar la esclavitud les quitaron el nombre y la identidad. En la exposición hay secciones donde se muestran las condiciones de llegada, donde eran marcados y las condiciones de compraventa.
“En general, la primera deuda que tenemos con África es la de hacer crecer nuestras fuerzas productivas en toda América. Las fuerzas productivas crecieron con la mano de obra de los esclavos, los primeros años fue la esclavitud indígena y después la esclavitud africana hicieron crecer la economía, son los constructores de América y se les ha reconocido poco ese papel que tuvieron en la economía nacional”, dijo la etnóloga.
Tras estimar que durante el siglo XVII llegaron alrededor de un millón de esclavos a la Nueva España, la investigadora indicó que la invisibilidad del negro es un fenómeno social que persiste hasta la fecha por falta de aprendizaje de la historia. “No nos enseñan el papel que tuvo la población negra en la escuela elemental, en la secundaria, en el bachillerato y escasamente está en la universidad. Cualquier mexicano que tenga pelo chino, tiene un pariente negro, así de sencillo, así es de elemental. Es una raíz fundamental pero no está reconocida”.
Enriqueta Cabrera, directora general del MNI, informó que también se muestran algunos de los documentos de compraventa de los esclavos. “Habrá un cuadro donde se muestran los precios de cuánto se pagaba por una nodriza, un joven de 20 años o por un niño. Hay imágenes que muestran en qué los pusieron a trabajar una vez que llegaron, como en las plantaciones, las minas, las haciendas, los trabajos públicos y domésticos”.
La exposición recorre el camino de la negritud, desde la compraventa hasta su trabajo en haciendas y plantaciones, en la ganadería y la arriería, en las minas, el trabajo doméstico cultural de las mujeres negras y su influencia social. También recoge versos y canciones; habla de su relación con los amos; aborda el mestizaje y la enorme influencia de la negritud en la cultura, la creación artística, la música, la arquitectura, la medicina tradicional, la adivinación, la hechicería, las tradiciones.
Asimismo aborda el tema de las rebeliones de los esclavos negros, de la raíz de su rebeldía que se hunde e influye en la Independencia de México. Basta recordar que José María Morelos y Vicente Guerrero fueron afromestizos y que el primer decreto de Miguel Hidalgo fue la abolición de la esclavitud de indios y negros.
“El africano nunca estuvo de acuerdo con la esclavitud, nunca se sometió, no tenía con qué enfrentar, como nosotros, los cañones y las armas europeas, pero nunca se resignó a ser esclavo. El mito del esclavo resignado es una mentira, el africano siempre fue rebelde, nos heredó la idea de la libertad, es la deuda mayor que tenemos con ellos.
“Morelos, Guerrero y Guadalupe Victoria, primer presidente de México, eran claramente afrodescendientes, eso es lo que también podemos destacar, la participación de estas poblaciones en la lucha por la Independencia”, explicó Luz María Martínez.
La exposición
México, la Tercera Raíz y la Independencia, resultado del estudio de la doctora Luz María Martínez Montiel, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que en su trabajo en los últimos años ha contado con el apoyo de la UNAM a través del Programa Universitario México Nación Multicultural que encabeza el doctor José Del Val, fue inaugurada el 10 de noviembre en el Museo Nacional de las Intervenciones, ubicado en el Ex Convento de Churubusco, calle 20 de agosto y General Anaya s/n, colonia San Diego Churubusco.