Ciudadania Express
Martes 07 de diciembre, 2010. 12:34 pm

El discurso más emotivo de Vargas Llosa como Nobel de Literatura

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  Juan CRUZ/El País.com Estocolmo, Suecia.- Mario Vargas Llosa ha convertido esta noche una carta de combate en un discurso que le emocionó a él mismo. Totalmente repuesto de una afonía, pero con los efectos aún del hematoma que le causó ayer una caída, Vargas Llosa ha ofrecido hoy su discurso ante la Academia Sueca en el marco de la ceremonia de entrega del Premio Nobel de Literatura de 2010.     Lo que iba siendo un recorrido exhaustivo, pero ligero y vibrante, por su vida, desde la infancia hasta cuando se presentó a las elecciones presidenciales de Perú en 1990, dio un giro repentino y se convirtió en la más emocionante de sus declaraciones de amor a su mujer, Patricia, "la chica de nariz respingona", su prima, "con la que tuve la fortuna de casarme hace 45 años". VargasLlosadiscursoEsa referencia y la siguiente mención a todos sus hijos, Alvaro, Gonzalo y Morgana, hicieron llorar al Nobel de Literatura; y no solo a él: su mujer, sus hijos, sus parientes cercanos, sus nietos, su agente literaria, Carmen Balcells, su traductor al sueco, Peter Landelius, todo el mundo lloró al mismo tiempo que Vargas Llosa. Su discurso, dijo su compañero de pupitre en los años cuarenta de Lima, José Miguel Oviedo, fue "el discurso"; Balcells nos dijo "es la mejor manera de terminar mi vida"; la agente literario que descubrió a Mario hace 50 años se secaba las lágrimas al final del acto más emotivo de su relación con el autor de La Casa Verde. Mario Vargas Llosa ha comenzado a hablar a las 17.33 y ha acabado 48 minutos más tarde. Ese momento emocionante de su discurso, marcó ya los comentarios que siguieron a esta expresión que convirtió el Nobel de Literatura en una autobiografía conmovedora. Su discurso, de 19 páginas, se tituló Elogio de la lectura y la ficción. El escritor ha comenzado explicando lo que ha significado la lectura en su vida: "La lectura convertía el sueño y ponía al alcance del pedacito de hombre que era yo el universo de la literatura", cuenta Vargas Llosa, quien recuerda a su madre "que solía emocionarse y llorar leyendo los poemas de Amado Nervo y de Pablo Neruda". Ha agradecido a varios "maestros" que le ayudaron cuando no era fácil escribir historias: Flaubert, Faulkner, Martorell, Cervantes, Dickens, Balzac, Tolstoi, Conrad, Thomas Mann... "Si convocara en este discurso a todos los escritores a los que debo algo o mucho sus sombras nos sumirían en la oscuridad". El Elogio a la Lectura: "Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida". El Elogio a la Ficción: "Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas disponemos de una sola". "Una novela, una obra de teatro, un ensayo.. pueden cambiar el curso de la historia", ha asegurado. Vargas Llosa ha leído su discurso en español, de forma pausada, como si tuviera todo el tiempo del mundo. "La buena literatura tiende puentes entre gentes distintas y, haciéndonos gozar, sufrir o sorprendernos, nos une debajo de las lenguas, creencias, usos, costumbres y prejuicios que nos separan". El escritor ha mencionado los tiempos turbulentos que vivimos y ha hecho una defensa abierta de la democracia liberal: "Con todas sus limitaciones, sigue significando el pluralismo político, la convivencia, la tolerancia, los derechos humanos, el respeto a la crítica, la legalidad, las elecciones libres, la alternativa en el poder, todo aquello que nos ha ido sacando de la vida feral y acercándonos -aunque nunca llegaremos a alcanzarla- a la hermosa y perfecta vida que finge la literatura, aquella que sólo inventándola, escribiéndola y leyéndola podemos merecer". Ha aprovechado para exteriorizar su odio a "toda forma de nacionalismo". "Nada ha contribuido tanto como el nacionalismo a que América Latina se haya balcanizado, ensangrentado en insensatas contiendas y litigios y derrochado astronómicos recursos en comprar armas en vez de construir escuelas, bibliotecas y hospitales", ha dicho. Deuda No ha excluido de su discurso la deuda que tiene con España, pero siempre añorando a su Arequipa natal, a su Perú. "Nunca me he sentido extranjero en Europa, ni, en verdad, en ninguna parte". "Quiero a España tanto como al Perú y mi deuda es tan grande como el agradecimiento que le tengo". "Jamás he sentido la menor incompatibilidad entre ser peruano y tener un pasaporte español porque siempre he sentido que España y el Perú son el anverso y el reverso de una misma cosa, y no sólo en mi pequeña persona, también en realidades esenciales como la historia, la lengua y la cultura". Ha recordado con especial nostalgia los cinco años que vivió en Barcelona a comienzos de los años setenta: "Para mí, aquellos fueron unos años inolvidables de compañerismo, amistad, conspiraciones y fecundo trabajo intelectual. Igual que antes París, Barcelona fue una Torre de Babel, una ciudad cosmopolita y universal, donde era estimulante vivir y trabajar, y donde, por primera vez desde los tiempos de la guerra civil, escritores y latinoamericanos se mezclaron y fraternizaron". Entre los asistentes, además, han estado su amigo el artista peruano Fernando de Szyszlo. También ha acudido toda su familia, incluidos sus nietos adolescentes, así como la ministra de Cultura de España, Ángeles González Sinde, el de Perú, Juan Osio, y la directora del Cervantes, Carmen Caffarel. También están la mayoría de sus editores extranjeros y su editora en lengua española, Pilar Reyes, directora de Alfaguara. Una última recomendación: "La nuestra será siempre, por fortuna, una historia inconclusa. Por eso tenemos que seguir soñando, leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar nuestra condición perecedera, de derrotar la carcoma del tiempo y de convertir en posible lo imposible". Ovación, con todos de pie. Abrazos entre lágrimas. Reconocimiento. Fin de un discurso altamente emotivo   Mario Vargas Llosa, también mostró su lado como ser humano cuando  se quebró en llanto al agradecer a su esposa Patricia por los 45 años que lo viene acompañando desde que unieron sus vidas en matrimonio. El conmovedor hecho, que dibujó rostros de admiración entre los presentes, se realizó en la Academia sueca del Nobel. “El Perú es Patricia, la prima de naricita respingada y carácter indomable con la que tuve la fortuna de casarme hace 45 años…sin ella mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo, Morgana ni los seis nietos que nos prolongan y alegran la existencia”, señaló el laureado escritor peruano.   En su discurso, el escritor peruano, Mario Vargas Llosa, definió aprender a leer como "lo más importante que me ha pasado en la vida", se acordó de la Barcelona de la Transición, criticó los nacionalismos y el fanatismo del terrorismo islamista y consideró que América Latina va camino ser el continente del presente y no del futuro.  Enlace al discurso integro de Vargas Llosa.
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