Oaxaca, México.- La casilla 532 básica, ubicada en la calle de Sabinos, en la colonia Reforma, es un hervidero de periodistas; cámaras fotográficas, de video, apuntan al rostro de Gabino Cué. Él sonríe. Confiado. Explica que al momento no se reportan incidencias mayores, solo retrasos en la instalación de algunas casillas; pide que la gente salga a votar y no caiga en provocaciones.
Dice: “No tengo la menor duda de que vamos a ganar; el primero de diciembre vamos a instaurar un gobierno distinto.”
Le preguntan y responde: “Espero que no se caiga el sistema como hace seis años, sería lamentable; tenemos reservas acerca del PREP oficial por lo que sucedió en las pruebas que se hicieron”. No descarta que la desesperación ante resultados desfavorables pueda llevar al PRI a realizar acciones que violenten la elección. Pero asegura que Oaxaca dará una lección de civilidad.
Deplora que en plena jornada comicial el PRI continúe con su guerra sucia, enviando mensajes en los cuales se miente, hablando de supuestas condiciones de violencia en la entidad, por lo que alertan a no salir a votar. Señala que el periódico Despertar, propiedad de Héctor Pablo Ramírez Leyva, publicó hoy una edición de circulación gratuita en la que le difama.
Los votantes que esperan su turno le saludan con porras, le felicitan y auguran su triunfo. Agradece a todos, muestra sus boletas, ingresa a la mampara; cuando termina de marcar sus votos se disparan todas las cámaras mientras deposita las papeletas en las ánforas, son las diez quince de la mañana. Un par de minutos más tarde muestra su pulgar con la tinta indeleble.
Luego de contestar a los periodistas, enviados de medios nacionales y extranjeros, corresponsales, se encamina con sus padres, con su esposa Mané y su hija del mismo nombre, hacia la calle de Jazmines donde deja a su familia y aborda un vehículo. Se despide. La sonrisa no le abandona.