Carolina QUEZADA   Oaxaca. México. Hoy se celebra el Día del Profesional en Nutrición, no obstante, Oaxaca con Chiapas y Guerrero registran los peores indicadores en nutrición, a decir de la reciente encuesta de salud.   Dichos estados tienen los más bajos niveles de desarrollo humano y las prevalencias más altas en talla baja para edad, lo cual revela la forma más grave de desnutrición, sobre lo cual no existen programas institucionales.   [caption id="attachment_41017" align="alignleft" width="300" caption="Alto es el índice de desnutrición en Oaxaca, mientras se celebra el Día del Profesional en Nutrición."][/caption]   De acuerdo con la actualización de los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006, la cual incluye el desglose de la información por entidad federativa, en Oaxaca 22 por ciento de menores de cinco años tiene talla baja para su edad, aunque en las zonas rurales la frecuencia del problema se eleva hasta casi un tercio de los niños (32 por ciento). Esta deficiencia se mantiene en el mismo nivel en los de cinco a 11 años.   La investigación, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), destaca respecto del sobrepeso y la obesidad entre los niños oaxaqueños y guerrerenses que se ubica por debajo de la media nacional; sin embargo, uno de cada cinco infantes en ambos sitios tiene exceso de peso.   Del estudio también se desprenden las brechas que persisten entre los habitantes de las zonas urbanas respecto de quienes viven en áreas rurales. En cambio, en el indicador de sobrepeso y obesidad en este grupo de edad, la entidad ocupa el tercer lugar con menor prevalencia en la escala nacional.   La alimentación es el factor medioambiental de mayor influencia sobre la salud, que contribuye además, de forma decisiva, a que vivamos más años y en mejores condiciones, es decir a aumentar nuestra calidad de vida.   Asimismo, la nutrición es fundamental para prevenir numerosas enfermedades, así como para el tratamiento de muchas de ellas, sobre todo en la infancia, adolescencia, edad adulta y vejez.   Aunque existen estos alarmantes indicadores, en Oaxaca no existe programas de gobierno que garanticen una buena alimentación, por lo que el hambre y la desnutrición son un factor decisivo en el desarrollo del estado, más que la infraestructura a la que le apuestan las autoridades.