Artemisa MENDIZÁBAL/Conculta
Oaxaca, México.- Por diversos medios y a distintas personas el artista plástico Francisco Toledo manifestó su rechazo a cualquier tipo de festejo u homenaje, sin embargo Rafael López Castro y Germán Montalvo lanzaron una convocatoria abierta a los diseñadores gráficos de todo el país para celebrar visualmente los 70 años de vida del pintor juchiteco que se cumplieron el 17 de julio.
El resultado de esta iniciativa fue la colección
Carteles prohibidos por Toledo que, tras su reciente exhibición en Oaxaca, llega al Centro de las Artes de San Luis Potosí, donde permanecerá abierta al público hasta el 5 de septiembre.
Entrevistado con ese motivo, Carlos Joaquín Ramírez, subdirector de Artes Visuales del Centro de las Artes de San Luis Potosí, comentó la anécdota de la que derivó el título de esta muestra:
“Tiene un sentido de broma, ya que López Castro hizo saber a Toledo de esta iniciativa y su respuesta fue que no quería festejos sino pasar su cumpleaños tranquilo. Con la intención de convencerlo, dijo al pintor que no sólo ya se había convocado sino que ya estaban los carteles; él una vez más manifestó su desacuerdo y afirmó que los prohibía. Por ello, a manera de juego, se decidió darle ese nombre”, apuntó.
Carlos Joaquín Ramírez refirió que a la convocatoria de López Castro y Montalvo respondieron principalmente diseñadores de Jalapa, San Luis Potosí, Distrito Federal y Oaxaca. Y que por la amistad existente entre Toledo y Vicente Rojo, este último fue invitado a crear la imagen o logo conmemorativo, para darle un sentido de unidad a los carteles.
Añadió que justamente el único requisito para quienes estuvieran interesados en participar, fue incorporar la imagen de Vicente Rojo. Por lo demás, aseguró que “no hubo línea y que cada uno tomó lo que quiso de su experiencia con Toledo, para hacer su trabajo. Hacer algo para festejar a quien es considerado uno de los artistas vivos más importantes de México y del mundo, era algo que muchos esperaban con inquietud y aquí tuvieron la oportunidad de hacer un cartel con entera libertad y apertura”.
A decir de Ramírez, los carteles reunidos en esta muestra se centran fundamentalmente en lo que sería una interpretación de la obra de Toledo, de su pensamiento y su imaginario, más que en su persona o su imagen; de hecho su fotografía sólo aparece en dos o tres trabajos, lo que a su juicio viene a enriquecer la colección.
Acerca de los participantes, señaló que además de Germán Montalvo y Rafael López Castro, promotores de la idea, están presentes Alejandro Magallanes y Juan Manuel Morelos, de Jalapa; Eduardo Picaso, de Puebla; el colectivo Pistola, de Oaxaca; Angélica Avilés, Jorge Yáñez, Ricardo Ramírez, Carlos Ramírez, Yanina Herrera, todos ellos de San Luis Potosí; además de otros grupos de jóvenes diseñadores.
Interrogado sobre si Francisco Toledo había sido invitado a la inauguración de la muestra, Carlos Joaquín Ramírez afirmó que sí, pero que rechazó hacerse presente.
“Al maestro Toledo lo esperamos en el Centro de las Artes desde que se inauguró, hace ya dos años. En aquél momento dijo que quería venir a ver cómo habían quedado las instalaciones. De hecho en ese lapso ya montamos una retrospectiva con sus grabados, pero hasta ahora no hemos contado con su presencia. Pero lo importante es que aquí está la obra, él lo sabe y también que va a itinerar por el país”, resaltó.
Acerca del conocimiento que tienen los potosinos de Toledo y su obra, observó que en San Luis se ha exhibido poco, principalmente en colectivas, pero la gente identifica su espléndida iconografía, aunque no conoce mucho de su trayectoria.
A manera de apostilla, recordó que en alguna ocasión Toledo fue a San Luis acompañado por Rafael Doniz para visitar un museo, casi de entrada por salida y la gente se agolpó a su alrededor, ante lo que no pudo ocultar su sorpresa, pues pensaba que ahí nadie sabía de su existencia.
Por otra parte, Carlos Joaquín Ramírez informó que el Centro de las Artes de San Luis Potosí se ha dado a la tarea de promover una nueva cultura para la apreciación del cartel, pues consideran que se le ha dejado de ver como una expresión artística y un vehículo de comunicación.
Por tal motivo, se han organizado algunas exposiciones encaminadas a sensibilizar al público sobre su valor en esos dos terrenos; que tome en serio a ese pedazo de papel impreso que de la calle pasa a las salas de exposiciones. Y, al mismo tiempo, se busca generar en los creadores un nivel de compromiso que los lleve a imprimir en su trabajo el mismo nivel de calidad, sin importar si su destino es la calle o un espacio en una galería o museo.