Olaf Ramírez ROBLES
Oaxaca, México.- Si la ciudad de Oaxaca todavía no se torna cargada de contaminación es gracias a su incipiente industria. Incluso así, el mezcal, las artesanías y la explotación forestal ocupan un lugar preponderante, muy por encima de otros estados, y que nos dejan respirar más o menos bien ya que no se trata de industrias que malogren el ambiente. Pero realmente Oaxaca es un estado importador.
El mezcal, las artesanías y la explotación maderera que se despacha desde Oaxaca, no son en nada comparables con el licor, las artesanías y los muebles de madera o de plástico que llegan para surtir a las familias oaxaqueñas. Por lo que mientras el productor de mezcal destila su producto, bebe con sus amigos y trabajadores cajas y cajas de cerveza porque hace mucho calor; en casa del carpintero la última adquisición trata de un mueble estilo francés que se exhibe en la estancia principal, y del que el carpintero niega rotundamente la elaboración ya que también se trata de un mueble muy caro y de importación (en esta parte el carpintero del que hablo se enorgullece afirmando que se trata de un mueble de importación y levanta el dedo índice al cielo para recalcar
de importación).
Los trompos y valeros son únicamente de exhibición en los mercados, ya que los niños ahora juegan con una pelota de baloncesto, original
, spalding, que es la envidia de los deportistas en este rubro
; y
los huaraches únicamente se venden cuando se avecina una huelga de los estudiantes de la UNAM. Los indígenas tan famosos de la televisión son sólo el recuerdo; los que se disfrazan con calzón de manta, huaraches y poncho de lana son exclusivamente para tomarse fotos con ellos y hacerles propaganda de altruistas a cantantes y gente que no quiere pagar impuestos y es muy lista. Si por las calles de Oaxaca trajina un sujeto vestido de manta y sombrero, en muchas ocasiones se trata de un fantoche, ya que el verdadero autóctono se encuentra en casa realizando artesanías para que algún intermediario exporte, o sencillamente se encuentra labrando la tierra.
Uno de los cimientos de la economía en Oaxaca precisamente se basa en estos importantes núcleos que, pese a todo, conservan aún su cultura aborigen. De ahí que el atractivo turístico sean las costumbres de gran colorido y belleza.
Sobre todo y sin lugar a dudas, lo que Oaxaca exporta son braceros ilegales.