UAM/Investigación Oaxaca, México.- En el país, persiste el modelo de mecenazgo y la intervención del Estado de carácter monopólico en el sector cultural, lo cual inhibe que diputados y servidores públicos volteen hacia quienes desarrollan actividad económica en la cultura; ellos requieren de un apoyo efectivo, tal como se hace en Canadá, donde existen políticas muy claras de aliento a ese ámbito.   Estos aspectos fueron destacados por el doctor Eduardo Cruz Vázquez, coordinador del libro Economía cultural para emprendedores. Perspectivas, coeditado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Autónoma de Nuevo León.   En entrevista, al concluir la presentación del libro en la Casa del Tiempo de la UAM, Cruz Vázquez abundó que permanece una lógica centrada en lo que representa para el Estado el subsector de la cultura: “Se sigue conservando esa visión donde lo único que importa es lo que el Estado pueda hacer”, y se desconocen todos los empeños del sector social y privado.   “Pasará un sexenio más, en el que habrá cosas que reconocer, pero la gran reforma cultural no se va a dar, esperamos que se pueda concretar más adelante”, pues está detrás la generación de empleos para muchas personas que quieren vivir de su producción cultural.   Dijo que existen grandes desavenencias y eso impide el diálogo, a fin de arribar a propuestas que favorezcan la actividad cultural. Recordó que en Perú se creó el ministerio de cultura, “pero en México no se puede tener esta discusión por la confrontación permanente”. Remarcó que no hay capacidad de análisis para mirar al sector de manera integral ni lo que sería una secretaría de Estado.   El también periodista comentó que al desconocer las aportaciones de todos los sectores que intervienen en la cultura, no hay estímulos y condiciones para que éstos trabajen de manera más dinámica, además de que se requieren políticas fiscales para alentar la creación de empleos.   Citó que la economía cultural no está caracterizada en la economía mexicana, por tanto carece de un instrumental de políticas públicas que vaya al corazón de las aportaciones de las empresas culturales, que se encuentran dispersas en el sector servicios.   En el libro, señaló el asesor de la Rectoría de la Unidad Xochimilco, existe una mirada integral sobre la cultura desde diferentes disciplinas y con el andamiaje de la economía cultural.   El texto se integra con la aportación de diversos especialistas –economistas, reporteros, gestores de cultura, escritores–. Puntualizó que son contados los economistas que se interesan en el tema; la propia UAM no tiene uno solo dedicado a ese aspecto.   Explicó que el libro está pensado en formar emprendedores culturales a partir del conocimiento de las cuestiones básicas teóricas de la economía cultural, que es a su vez una subdisciplina de las ciencias económicas y que en México ha sido escasamente estudiado.   El volumen permite que toda persona interesada se acerque al tema, “estamos frente al arribo de un andamiaje teórico y práctico que por primera vez se hace en México con una visión integral”, e indicó que es resultado de un esfuerzo de los colegas que forman parte del grupo de reflexión sobre la economía cultural.   La propuesta tiene que ver forzosamente con la generación de empleos, es el botón que abre la movilidad de una sociedad. Señaló que uno de los pretextos que lo llevaron al tema cultural “es la enorme carencia de empleo, pues muchos colegas y yo mismo teníamos dificultades para colocar nuestra fuerza de trabajo”.   El libro, de 322 páginas, está a la venta en las librerías de la UAM y en las librerías tradicionales, con un costo de 150 pesos.