Fortino TORRENTERA O.
Oaxaca. México. “Baldosas”, no es una simple exposición, es la síntesis de un trabajo que rescata la tradición de la cerámica oaxaqueña y la visión de artistas plásticos, comenta el reconocido creador, Mauricio Cervantes.
Al inaugurar el pasado viernes en el Centro Cultural Santo Domingo esta muestra de baldosas, Cervantes explicó que se trata del rescate de una técnica nacida en Francia como una manera alternativa a los procesos de encáustica en cerámica.
[caption id="attachment_48092" align="alignleft" width="225" caption="El artista Mauricio Cervantes y el maestro ceramista, Javier García, impulsores de este innovador proyecto."]
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Las baldosas, presentes en inmuebles antiguos de Oaxaca, son mosaicos artesanales realizados en cemento, empleando vaciados realizados con componentes oxidantes que permite trabajar con color.
Baldosas, es una muestra donde se incorporan diseños realizados por artistas que en este caso coordina Mauricio Cervantes y el maestro ceramista Javier García García, heredero de una larga tradición en esta técnica.
Esta fusión surge cuando Cervantes, en una investigación formal que realizaba sobre retículas, por lo que visitando en una ocasión La Ceiba en Coatepec, encontró una prensa que pensó era para litografía, pero resultó que era para compactar mosaicos.
Al regresar a Oaxaca, el artista plástico, Guillermo Olguín le comentó de la existencia de maestros que reponían baldosas de casas e iglesias, por lo que al rastrear encontró al más importante y uno de los últimos talleres de baldosas, el de la familia García.
Además de las posibilidades reticulares, le llamó la atención al artista el acabado del cemento pulido que tiene la capacidad de absorber las sales cuando está fraguando, con lo cual se logra que cada pieza sea diferente a la otra.
Ese acabado, dijo, lo remitía los frescos antiguos, con la pátina que logra la baldosa, por lo que al contactar con la familia García se logró esta fusión a la que se han integrado otros artistas como Francisco Toledo, Dr. Lacra, Laureana Toledo, Jean Hendrix y Guillermo Olguín,
Comentó que este medio, representa un nuevo soporte para el desarrollo artístico, debido a su permanencia, pues a diferencia del trabajo de caballete que es para interiores, las baldosas tienen mucha más durabilidad, tres o cuatro veces la vida del mosaico vidriado o loseta intercerámica.
Entre las posibilidades destacó la posibilidad de crecer en escala, de diseño arquitectónico, de trabajo en un medio pictórico que permite la argamasa de cemento y polvos de mármol, además de trabajar con un molde que permite reproducir hasta el infinito un diseño.
Recordó que estos pisos eran deleznables, de muy bajo costo, pero que por muchos años fue hasta la década de los noventa cuando se revaloró, a partir del rescate de los patrones antiguos de diseño (Virreinales, renacentistas y hasta de art decó).
Es por ello que esta iniciativa en México se ha retomado en San Luis Potosí, Yucatán y en Oaxaca, no obstante, aquí es donde se han incorporado los referidos artistas para dar un vuelco contemporáneo a estas baldosas.
Si bien este impulso de versatilidad creativa que dan esos artistas, Mauricio Cervantes reconoció ante todo que “se debe la gran calidad y excelencia en la fabricación del taller de la familia García”.
Definió su trabajo con las baldosas como una intervención pictórica sobre los patrones encontrados con el imaginario y jugando con las sombras que se forman al caminar sobre ellas, además de elementos extra mosaicos.
“Éste es un proyecto colectivo, que si no fuera por el trabajo de Javier García, no hubiéramos logrado esta mancuerna, pero que además implica el trabajo de herreros, carpinteros, arquitectos, etc. Todo hecho en Oaxaca”, dijo.
En especial, destacó la durabilidad, pues resiste 200 kilogramos por centímetros de presión con una durabilidad de más de 100 años, sumado al grosor del cemento policromado que evita su desgaste a diferencia de la loseta.
Por ello la importancia de esta muestra que permanecerá este mes en el segundo patio del Centro Cultural Santo Domingo, donde se reafirma este proyecto que funde el arte con la tradición ceramista.
Fortino TORRENTERA O.
Oaxaca. México. “Baldosas”, no es una simple exposición, es la síntesis de un trabajo que rescata la tradición de la cerámica oaxaqueña y la visión de artistas plásticos, comenta el reconocido creador, Mauricio Cervantes.
Al inaugurar el pasado viernes en el Centro Cultural Santo Domingo esta muestra de baldosas, Cervantes explicó que se trata del rescate de una técnica nacida en Francia como una manera alternativa a los procesos de encáustica en cerámica.
Las baldosas, presentes en inmuebles antiguos de Oaxaca, son mosaicos artesanales realizados en cemento, empleando vaciados realizados con componentes oxidantes que permite trabajar con color.
Baldosas, es una muestra donde se incorporan diseños realizados por artistas que en este caso coordina Mauricio Cervantes y el maestro ceramista Javier García García, heredero de una larga tradición en esta técnica.
Esta fusión surge cuando Cervantes, en una investigación formal que realizaba sobre retículas, por lo que visitando en una ocasión La Ceiba en Coatepec, encontró una prensa que pensó era para litografía, pero resultó que era para compactar mosaicos.
Al regresar a Oaxaca, el artista plástico, Guillermo Olguín le comentó de la existencia de maestros que reponían baldosas de casas e iglesias, por lo que al rastrear encontró al más importante y uno de los últimos talleres de baldosas, el de la familia García.
Además de las posibilidades reticulares, le llamó la atención al artista el acabado del cemento pulido que tiene la capacidad de absorber las sales cuando está fraguando, con lo cual se logra que cada pieza sea diferente a la otra.
Ese acabado, dijo, lo remitía los frescos antiguos, con la pátina que logra la baldosa, por lo que al contactar con la familia García se logró esta fusión a la que se han integrado otros artistas como Francisco Toledo, Dr. Lacra, Laureana Toledo, Jean Hendrix y Guillermo Olguín,
Comentó que este medio, representa un nuevo soporte para el desarrollo artístico, debido a su permanencia, pues a diferencia del trabajo de caballete que es para interiores, las baldosas tienen mucha más durabilidad, tres o cuatro veces la vida del mosaico vidriado o loseta intercerámica.
Entre las posibilidades destacó la posibilidad de crecer en escala, de diseño arquitectónico, de trabajo en un medio pictórico que permite la argamasa de cemento y polvos de mármol, además de trabajar con un molde que permite reproducir hasta el infinito un diseño.
Recordó que estos pisos eran deleznables, de muy bajo costo, pero que por muchos años fue hasta la década de los noventa cuando se revaloró, a partir del rescate de los patrones antiguos de diseño (Virreinales, renacentistas y hasta de art decó).
Es por ello que esta iniciativa en México se ha retomado en San Luis Potosí, Yucatán y en Oaxaca, no obstante, aquí es donde se han incorporado los referidos artistas para dar un vuelco contemporáneo a estas baldosas.
Si bien este impulso de versatilidad creativa que dan esos artistas, Mauricio Cervantes reconoció ante todo que “se debe la gran calidad y excelencia en la fabricación del taller de la familia García”.
Definió su trabajo con las baldosas como una intervención pictórica sobre los patrones encontrados con el imaginario y jugando con las sombras que se forman al caminar sobre ellas, además de elementos extra mosaicos.
“Éste es un proyecto colectivo, que si no fuera por el trabajo de Javier García, no hubiéramos logrado esta mancuerna, pero que además implica el trabajo de herreros, carpinteros, arquitectos, etc. Todo hecho en Oaxaca”, dijo.
En especial, destacó la durabilidad, pues resiste 200 kilogramos por centímetros de presión con una durabilidad de más de 100 años, sumado al grosor del cemento policromado que evita su desgaste a diferencia de la loseta.
Por ello la importancia de esta muestra que permanecerá este mes en el segundo patio del Centro Cultural Santo Domingo, donde se reafirma este proyecto que funde el arte con la tradición ceramista.