Oaxaca. México. Con estrategias basadas en acciones de vigilancia epidemilógica, monitoreo y evaluación del paludismo; personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en su régimen ordinario, ha logrado erradicar notablemente la incidencia de dicha enfermedad en gran parte del estado de Oaxaca.
El coordinador auxiliar delegacional de Vigilancia Epidemiológica, Antonio Cerero Gudiño, expresó que de acuerdo a cifras de los Servicios de Salud de Oaxaca esta enfermedad va en descenso. Esto se debe al interés y esfuerzos coordinados del sector salud en materia de prevención, control y erradicación de focos de infección, ya que las medidas más eficaces para el control de esta enfermedad son las que se pueden realizar desde el hogar manteniendo entornos y viviendas saludables e higiénicas, sin charcos en los alrededores, además de un adecuado control larvario en las localidades donde este padecimiento es endémico.
[caption id="attachment_79416" align="alignleft" width="300" caption="Con 9 casos en 2010, Huatulco es la única región con incidencias. "]
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Abundó que el paludismo es causado por un parásito denominado Plasmodium que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados. En el organismo humano, los parásitos se multiplican en el hígado y después infectan los glóbulos rojos, traduciéndose en anemia, la cual es una de las repercusiones más graves y llega a ser mortal si no se atiende, explicó el experto en epidemiología
Cabe destacar que la enfermedad se caracteriza principalmente por fiebre alta, de hasta 40 grados, se presenta a lo largo del día y suele acompañarse de cansancio extremo, dolor de cabeza, vómitos y sudoración excesiva, el patrón febril de los primeros días de la infección, es muy parecido al que se presenta en las etapas iniciales de otras enfermedades bacterianas, virales y parasitarias. Por lo anterior es necesario realizarse un diagnóstico a través de una prueba sanguínea llamada gota gruesa.
Otros síntomas que se pueden presentar son pérdida de apetito y dolor muscular que por lo general se presentan a partir de los ocho días hasta un mes después de haber sido picado por el agente transmisor. Ante la presencia de los síntomas, es recomendable consultar al médico para que indique el diagnóstico y tratamiento adecuado.