Oaxaca, México.- El diputado federal oaxaqueño Guillermo Zavaleta Rojas exhortó ante el pleno de la LXI Legislatura Federal al Gobierno del Estado de Oaxaca a mantenerse al margen de las elecciones locales y garantizar un proceso imparcial, equitativo y transparente.   [caption id="attachment_48291" align="alignleft" width="300" caption="Guillermo Zavaleta pidio a Ruiz Ortiz no erarecer las elecciones en Oaxaca"][/caption] “Hay una participación abierta de los servidores públicos estatales a favor del PRI-PVEM, parece que estamos frente a una campaña de estado, lo que no favorece a la transición democrática a la que aspiran los oaxaqueños”, reprochó el congresista.   Dijo que es momento que los partidos políticos y los gobiernos de los tres niveles den una muestra de civilidad política, y que sean los ciudadanos, sin chantajes ni prácticas de compra y coacción del voto, quienes el 4 de julio decidan por el gobierno que quieren para el próximo sexenio.   “Tenemos que incentivar la participación ciudadana, sólo de esa manera Oaxaca podrá insertarse en el desarrollo nacional, y abandonar los primeros lugares de marginación, pobreza, calidad educativa, mortalidad, desempleo, inversión”, asentó el legislador federal del Partido Acción Nacional (PAN).   Para Zavaleta Rojas es urgente un llamado a los servidores públicos estatales a sujetar su participación política a los lineamientos que establece la normatividad electoral y la propia Constitución Estatal y Federal, y que desde el poder público no se incite a la comisión de delitos electorales.   “Los propios partidos políticos y candidatos deben ser los primeros interesados en cuidar que no se manche el proceso electoral, para que emanen de una elección constitución legal, que se decida en las urnas y no en los tribunales”, recomendó.   Asimismo, indicó que desde ahora quienes aspiran a los puestos de elección popular deben de dar una muestra que cuando lleguen al poder harán uso de los recursos públicos para el bien común y no para garantizar la permanencia de un partido en el poder, aún a costa de la voluntad ciudadana.