- Este material es considerado como un riesgo ambiental y sanitario que además de perjudicar el suelo y los mantos freáticos se ha convertido en un negocio ilegal.
Oaxaca, México.- Con el objetivo de frenar el problema de salud pública que representa el desecho de llantas usadas, sobre todo en los estados fronterizos donde se introducen cientos de estos productos procedentes de otros países, el Congreso de Quintana Roo pidió a los diputados oaxaqueños avalar el punto de acuerdo para hacer un llamado al gobierno federal y lleve a cabo acciones al respecto.
[caption id="attachment_55828" align="alignleft" width="300" caption="Las llanatas usadas son introducidas a México, provocando un grave problema ambiental"]
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El documento fue dado a conocer por la Diputación Permanente, la que lo turnó para su estudio a la Comisión Permanente de Ecología. La propuesta es solicitar a las secretarías de Hacienda y Crédito Público y de Economía federal implementen de forma coordinada mecanismos que refuercen la inspección en las aduanas del país y se adopten medidas estrictas de prohibición para la introducción de llantas de deshecho al territorio nacional, así como sanciones a quienes las introduzcan de forma ilegal.
El objetivo es que el mayor número de estados se adhieran a este punto para que el gobierno federal haga lo conducente, toda vez que las llantas de desecho son consideradas como un riesgo ambiental y sanitario, además de perjudicar el suelo y los mantos freáticos, son un potencial foco de propagación de enfermedades como el dengue, paludismo y el virus del nilo, entre otras causantes de graves afectaciones a la salud.
De acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Distribuidores de Llantas, cada año tan sólo en el país se desechan 25 millones de llantas viejas y usadas, más las que son introducidas de los estados Unidos de Norteamérica, de las cuales nueve de cada diez son enviadas a tiraderos a cielo abierto o depósitos clandestinos, lo cual convierte en un grave problema de salud pública y una amenaza para el medio ambiente.
En este sentido, los legisladores de Quintana Roo señalan que desafortunadamente los contrabandistas de llantas se aprovechan de la necesidad de la gente de México para deshacerse de las llantas que ya no les sirven y los únicos beneficiarios son los agentes aduanales que mediante corrupción y soborno las dejan pasar.
Agregan que la introducción de este material se ha convertido en un negocio que genera un mercado que maneja entre 50 y 134 millones de dólares anuales, que genera grupos de interés en ambos lados de la frontera, que ha contribuido a que algunas de las ciudades fronterizas como Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros y los municipios integrantes de la llamada frontera chica, sufran una disposición de este residuo de manera descontrolada y desprovista del mínimo manejo ecológico que afecta excesivamente el aire, el agua y la tierra.
Asimismo, hacen mención al burocratismo federal, el cual se encarga de expedir permisos para la importación legal de llantas usadas, además de la corrupción en la aduana fronteriza de México y Estados Unidos que permite que nuestro país continúe inundándose de contrabando de llantas norteamericanas usadas.
Por todos estos motivos los legisladores de Quintana Roo, quienes previamente aprobaron el punto de acuerdo enviado por sus homólogos de Tamaulipas, solicitan a los demás congresos, incluyendo al de Oaxaca, su sumatoria.