Marisela ÁLVAREZ C/Conaculta Oaxaca, México.- Los ilustradores de libros quieren dejar de ser vistos como “el patito feo” de las artes. Por eso, decenas de ellos participan, debaten y proponen acerca de cómo socializar su actividad y conseguir mejores condiciones laborales, en el Primer Encuentro Página Ilustrada. Reflexiones y diálogos en torno al libro ilustrado, que se lleva a cabo en el contexto de la XXX Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ).        Las discusiones de este Encuentro dieron inicio este domingo con la mesa titulada “El Ilustrador: ¿Autor o intérprete? Compromiso ético profesional”, en la que participaron los ilustradores Felipe Ugalde, Ricardo Peláez y Patricio Betteo.        Página Ilustrada es una iniciativa impulsada por la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el gremio de ilustradores, con los objetivos de fomentar la especialización del ilustrador, mejorar sus condiciones laborales y promocionar su trabajo tanto en México como en el extranjero.        Felipe Ugalde, quien tiene 20 años de experiencia como ilustrador, enfatizó que no hay duda de que los ilustradores son autores. “Creo que el ilustrador pone los mismos elementos que pone un escritor en su trabajo, hay una conceptualización del tema, hay un trabajo intelectual, hay una expresión plástica y eso lo hace un trabajo de autor”.        El ilustrador, quien estudió comunicación gráfica en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM y fue ganador del II Premio Internacional Santiago de Compostela-Kalandraka para álbumes ilustrados en el 2009, indicó que es necesario establecer otro tipo de relaciones con los editores para que haya un pleno reconocimiento a su trabajo.        “Nos ha tocado ser como el patito feo de las artes. No somos reconocidos como artistas, se nos considera como hacedores de un arte menor. El hecho que se reproduzca la obra no le quita méritos y aunque algunas veces técnicamente tiene una mejor realización que otras obras, pero el hecho de que no esté colgada en un museo, a veces lo hace ver como algo menor.        “Necesitamos que haya un reconocimiento total y que no sólo nos reconozcan algunas veces y otras no, porque siempre somos autores. Un escritor puede escribir una gran novela, un libro de matemáticas o uno de consejos y siempre le considerará autor, pero a nosotros a veces se nos califica por el tipo de trabajo que hacemos, cuando siempre somos autores”, explicó Ugalde.        En su oportunidad, Ricardo Peláez, quien desde 1989 se desempeña como ilustrador e historietista profesional, explicó que el tema de la primera mesa se eligió así porque es la base de una serie de implicaciones muy serias. “Un autor cobra de manera distinta en una editorial, tiene que recibir regalías, crea un discurso gráfico y es padre de una creación. Es decir, hay toda una serie de cuestiones que se derivan de esa noción. También es importante porque es necesario que el ilustrador se asuma como autor, que si bien suena a una obviedad, eso no ocurre.        Peláez, fundador de la revista Gallito Comics y del Taller de Perro, forma parte de La Perrera, propuesta de difusión de la cultura y la historieta. Esa experiencia le da la certeza para asegurar que el ilustrador tiene que asumir que debe de prepararse, que no puede esperar a que le digan qué es lo que va a hacer sino que tiene que generar su propio discurso gráfico, desarrollar sus ideas. “Tiene que buscar su interior para poder saber qué va a decir. Somos profesionales que no le encargan qué hacer, sino a quien le respetan lo que tiene que decir. Hay una diferencia muy importante entre un maquilador de imágenes que un creador de discurso gráfico y narrativo”.   El Primer Encuentro Página Ilustrada. Reflexiones y diálogos en torno al libro ilustrado, se llevará a cabo del 13 al 20 de noviembre en la Biblioteca de las Artes del Cenart, en el contexto de la XXX FILIJ